Un film independiente expone supuestos esfuerzos del gobierno de EE.UU. para ocultar la verdad sobre los fenómenos aéreos no identificados, con testimonios de altos cargos militares y políticos.
Este proyecto, que se presenta como una producción completamente independiente y sin vínculos con estudios cinematográficos o plataformas de streaming, fue elaborado para proteger la confidencialidad de los testimonios y la seguridad de sus participantes hasta el momento de su lanzamiento.
Farah explicó en una entrevista que “realizamos la película en secreto para que la información no se filtrara antes de tiempo y para que quienes compartían sus testimonios sintieran la confianza suficiente para hacerlo”.
El #documental cuenta con testimonios de peso que, supuestamente, acreditan las afirmaciones sobre la existencia de una campaña de encubrimiento. Entre los más destacados se encuentra el exfuncionario del Pentágono Luis Elizondo, quien lideró el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP).
Elizondo afirma que el Departamento de Defensa llevó a cabo “una poderosa campaña de desinformación” para desacreditar su trabajo y las evidencias relacionadas.
Asimismo, Jay Stratton, otro ex alto cargo en el área de defensa, supuestamente declaró que “ha visto con sus propios ojos naves y seres no humanos”, lo que se suma a la creciente lista de testimonios que apuntan a una realidad oculta.
Uno de los relatos que ha resonado tras el estreno es el del actual secretario de Estado y exsenador Marco Rubio, quien supuestamente ha indicado que “en varias ocasiones se han detectado objetos operando en espacios aéreos restringidos sobre instalaciones nucleares, y no son de origen estadounidense”.
La declaración sugiere un posible #encubrimiento a nivel de alto nivel político
En el tráiler, Rubio también afirma que la información que los presidentes de EE.UU. reciben sobre estos fenómenos es incompleta y que “esto se está saliendo de control”. La declaración sugiere un posible encubrimiento a nivel de alto nivel político, alimentando las dudas sobre qué tanto se sabe realmente.
Desde una perspectiva geopolítica, Farah y otros integrantes del documental supuestamente sostienen que el encubrimiento no solo busca evitar el pánico público, sino también impedir que otras potencias, como Rusia o China, descubran el nivel de conocimiento que Estados Unidos tiene sobre tecnología no humana.
Farah citó una frase de Stratton en la que afirma que “el mayor motivo del encubrimiento es la carrera para descifrar la tecnología de los UAP. No puedes contarle a tus aliados sin que tus enemigos se enteren”.
El filme, que incluye testimonios de 34 figuras relevantes, entre ellas exdirectores de inteligencia, asesores en seguridad nacional y miembros del Congreso, busca consolidar su credibilidad.
Farah sostiene que “la evidencia más sólida es que personas con trayectoria y reputación han puesto su nombre en juego para contar lo que saben, asumiendo grandes riesgos”.
A pesar de la abundancia de testimonios y supuestas pruebas, el director reconoce que incluso si se presentara un video o imagen irrefutable, una parte del público seguiría siendo escéptica, pensando que todo podría ser efectos visuales o inteligencia artificial.
La duda, según él, es parte de un proceso que todavía no tiene una respuesta definitiva.
