Tras su victoria en las elecciones estadounidenses, el presidente electo Donald Trump ha comenzado a designar a numerosos difíciles y críticos de China en puestos clave de su gabinete.

Sin embargo, muchos de estos nombramientos parecen priorizar la lealtad sobre la competencia, lo cual ha suscitado múltiples críticas.

Uno de los nombramientos más controvertidos es el de Robert F. Kennedy Jr., un conocido activista medioambiental que ha difundido información errónea sobre las vacunas, para liderar la principal agencia de salud del país, el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Esta elección ha generado comparaciones infames, como la idea de poner a Drácula a cargo del banco de sangre.

Kennedy ha promovido teorías de conspiración que sugieren que las vacunas contra COVID-19 se desarrollaron para controlar a las personas mediante microchips y ha cuestionado la efectividad de los antidepresivos, sugiriendo falsamente que están vinculados a tiroteos en escuelas.

Recientemente, también prometió desmantelar la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) por lo que él considera su "agresiva supresión" de sustancias como los psicodélicos y células madre, además de cuestionar la seguridad de alimentos como la leche cruda y la exposición al sol.

Aunque múltiples estudios han demostrado que los riesgos de enfermedades suelen ser mucho mayores que los asociados con las vacunas, la inclinación ocasional de Trump hacia la medicina alternativa, como su infame recomendación a los pacientes de COVID-19 de inyectarse desinfectante, ha chocado fuertemente con las excentricidades anti-hipocráticas de Kennedy.

Este nombramiento es un claro ejemplo de la disposición de Trump a generar controversia en Washington.

Antes de anunciar a Kennedy, Trump había designado a otros tres personajes conocidos por su notable inexperiencia: Pete Hegseth, una figura de Fox News, como secretario de Defensa; Tulsi Gabbard, una exlegisladora demócrata que se ha convertido en republicana y es acusada de amplificar propaganda rusa, como directora de inteligencia nacional; y el excongresista republicano Matt Gaetz, quien enfrenta investigaciones federales y congresionales por presunta conducta sexual inapropiada, como fiscal general.

Trump se prepara para posibles acusaciones criminales en Washington y Georgia

Se refuerza la seguridad en Washington y Georgia mientras Donald Trump se prepara para enfrentar posibles acusaciones criminales en los próximos días, relacionadas con su intento de impedir que Joe Biden se convirtiera en presidente.

La nominación de Gaetz llevó al exvocero republicano de la Cámara, Kevin McCarthy, a predecir que su elección será rechazada por el Senado republicano el próximo año, aunque Trump ha instado a los senadores a ignorar esas convenciones.

Otras nominaciones, incluyendo a un socio de golf de Trump y una gobernadora famosa por haber disparado a su perro, han agregado más controversia al gabinete.

Sin embargo, algunas elecciones, como la de Marco Rubio como secretario de Estado y Susie Wiles como jefa de personal de la Casa Blanca, son vistas como relativamente menos problemáticas.

Con Trump en el poder, puede que Estados Unidos comience a ser percibido como una potencia en declive, cada vez más centrada en sí misma.

La comunidad internacional observa con preocupación su gabinete y se cuestiona si esta mezcla de candidatos peculiares y dignos se sostendrá en el tiempo.

No obstante, estos nombramientos reflejan una lección que Trump parece haber aprendido: rodearse de personas cuya lealtad inquebrantable le permitirá seguir sus instintos.

Después de un mandato presidencia repleto de batallas legales y burocráticas, Trump cree que su lema de conseguir que el gobierno se mantenga alejado de la vida de los estadounidenses puede materializarse con este enfoque.

Mientras continúa formándose su gabinete, el mundo mantiene la atención sobre cómo estas decisiones impactarán no solamente a Estados Unidos, sino al escenario global.