La posible elección de J.D. Vance como vicepresidente de Donald Trump para las elecciones de noviembre refleja un giro estratégico en la campaña del ex presidente.

J.D. Vance ha sido señalado como el candidato a vicepresidente por Donald Trump en caso de que este gane las elecciones en noviembre en Estados Unidos.

Esta decisión podría interpretarse como un desplazamiento hacia la derecha en la campaña de Trump o como un significativo cambio hacia la izquierda por parte del conocido autor de "Hillbilly Elegy".

Es relevante recordar que Vance, en el pasado, comparó a Trump con la heroína, describiéndolo como un alivio temporal para el dolor que sienten los estadounidenses que se sienten desatendidos, sumidos en la desesperanza.

Sin embargo, ha aclarado en diversas ocasiones que sus diferencias con Trump son más una cuestión de estilo que de contenido.

El uso de esta analogía resalta las diferencias sustanciales en sus mensajes.

La autobiografía que catapultó a Vance a la fama se centraba en reintroducir un sentido de posibilidad y la relevancia de las decisiones personales dentro de comunidades como la suya, mientras que Trump se ha limitado a ofrecer un alivio momentáneo.

Según Trump, su retórica sugiere que la población está sufriendo, pero no tiene responsabilidad en su situación.

En esta narración, las élites malignas, a las que se refiere como "el pantano" o "estado profundo", son las culpables de su caída.

Básicamente, Vance aboga por la igualdad, es decir, por proporcionar las mismas oportunidades a todos, mientras que Trump persigue la equidad, que busca alcanzar resultados similares para todos, lo cual implica elevar a algunos a expensas de otros.

La revista The Atlantic publicó un artículo de Vance bajo el título "Opio de las masas", un concepto acuñado por Karl Marx, el padre del comunismo, quien describió su visión de equidad como "de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades".

La dinámica entre el billete Trump-Vance se puede analizar desde la perspectiva de "izquierda-derecha" o, tal vez más apropiadamente, "equidad-igualdad". Como precandidato a la vicepresidencia, Vance insinuó que la política de Trump se basa en un sentido de agravio.

"En lugar de fomentar la participación, los conservadores están cada vez más inclinados a propiciar un tipo de desconexión que ha drenado la ambición de muchos de mis pares", escribió Vance en "Hillbilly Elegy". Vance argumenta que "lo que separa a los exitosos de los fracasados son las expectativas que tenían sobre sus propias vidas". Esta preocupación le lleva a afirmar que "el mensaje de la derecha se está convirtiendo cada vez más en: No es tu culpa que seas un perdedor; es culpa del gobierno".

Este concepto fue una vez denominado por el ex presidente estadounidense George W. Bush como "la gran miseria de las bajas expectativas". Es por esto que el enfoque de Trump ha distanciado a aquellos conservadores que siguen una línea más tradicional, como Vance.

Algunos de estos conservadores, que se agruparon bajo el lema "Nunca Trump", son escépticos de la política de agravio, la política de identidad y la política de la envidia, que han sido pilares de la estrategia de Trump.

Aunque Vance ha sido criticado por cambiar de postura, su intervención en la Convención Nacional Republicana dejó claro que su mensaje como candidato a la vicepresidencia sigue siendo el mismo que planteó con cuidado en su libro autobiográfico.

De hecho, es Trump quien parece estar ajustando su campaña para alinearse más con Vance.