La tormenta Ciaran resultó ser la peor desde 1987 en algunas partes de Europa occidental, con ráfagas de viento de hasta 193 km/h, granizo del tamaño de una pelota de tenis, olas altas y fuertes lluvias.

Según la agencia Associated Press, la tormenta causó la muerte de al menos 14 personas y causó daños generalizados, dejando sin electricidad a 1,2 millones de residentes en Francia y afectando cientos de vuelos.

Ahora, una nueva tormenta, llamada Domingos por la agencia meteorológica de España, se aproxima y podría agravar los esfuerzos en curso para limpiar los daños causados por su predecesora.

Se espera que lo peor de Domingos afecte el norte de España y el oeste de Francia a lo largo del Golfo de Vizcaya, donde se podrían alcanzar ráfagas de viento que superen los 96 km/h, además de fuertes lluvias.

En el norte de Inglaterra, se han emitido alertas amarillas por lluvia por parte de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.

Las nuevas precipitaciones sobre suelos ya saturados facilitarán que los árboles debilitados por Ciaran caigan, especialmente en los vientos fuertes esperados con Domingos.

Después de 24 horas furiosas que alcanzaron su punto máximo a mitad de semana, Ciaran se alejó el viernes.

La Oficina Meteorológica anunció que Ciaran estableció un récord de presión atmosférica más baja en Inglaterra y Gales durante noviembre; típicamente, cuanto más baja es la presión, más fuerte es la tormenta.

Árboles caídos mataron a varias personas en Francia, Bélgica, España, los Países Bajos y Alemania debido a la amplia área de fuertes vientos de la tormenta.

El número de muertos en Europa aumentó a 14 el viernes.