La madre del sospechoso del tiroteo en la escuela Apalachee había advertido a los administradores sobre su preocupación extrema horas antes del incidente.
El tiroteo ocurrido en la escuela Apalachee ha dejado una marca profunda en la comunidad y ha generado numerosas interrogantes sobre la seguridad escolar y la salud mental de los estudiantes.
Recientemente, se han revelado detalles inquietantes que sugieren que las autoridades escolares ya estaban al tanto de la posible amenaza horas antes de que ocurriera el ataque, que resultó en la muerte de cuatro personas y causó heridas a otras nueve.
Según mensajes obtenidos por The Washington Post y una entrevista con un familiar, la madre del presunto tirador, Marcee Gray, había contactado a la escuela la mañana del evento para advertir sobre una 'emergencia extrema' que involucra a su hijo de 14 años.
La información fue corroborada por un registro de llamadas del plan telefónico familiar, que muestra que realizó una llamada de 10 minutos a la escuela a las 9:50 a.m., aproximadamente media hora antes de que el tirador comenzara a abrir fuego.
Griselda, la hermana de Marcee, aseguró que esta refería en sus mensajes: 'Yo fui la que notificó al consejero escolar en la secundaria.
Les dije que era una emergencia extrema y que fueran inmediatamente a buscar a [mi hijo] para verificar cómo estaba'. Durante esta llamada, un consejero también le informó que su hijo había estado hablando de un tiroteo en la escuela esa mañana.
Poco después de la llamada, un administrador de la escuela se dirigió al aula de matemáticas del joven.
Sin embargo, hubo confusión, ya que otro estudiante en la clase tenía un nombre similar al del hijo de Gray.
Según el testimonio de Lyela Sayarath, una estudiante que se encontraba en esa aula, el funcionario abandonó el lugar llevando una mochila que le pertenecía a este otro estudiante.
Justo minutos después, el presunto tirador abrió fuego.
Los registros telefónicos y los mensajes muestran que, aunque la escuela Apalachee estaba alerta sobre la situación del joven, no se tomó ninguna medida efectiva para evitar la tragedia.
Además, se reveló que la familia había tenido contacto con la escuela sobre la salud mental del menor, quien había manifestado pensamientos homicidas y suicidas la semana previa al tiroteo.
Dallas LeDuff, el superintendente del sistema escolar de Barrow County, no proporcionó respuestas detalladas a las preguntas sobre el incidente y exhortó a los periodistas a dirigirse a las autoridades pertinentes.
En un correo electrónico, enfatizó que el enfoque de la escuela en este momento es sanar a la comunidad y apoyar a los estudiantes durante este tiempo extremadamente difícil.
Marcee Gray no quiso entrar en detalles sobre las razones que la llevaron a hacer la llamada de advertencia, pero calificó el tiroteo de 'absolutamente horrible' y expresó su pesar por los estudiantes y padres afectados.
Este trágico evento ha reavivado el debate acerca de la seguridad en las escuelas de todo Estados Unidos y la necesidad urgente de abordar las cuestiones de salud mental entre los jóvenes.