Pese a las acusaciones, la comunidad católica en Timor-Leste se mantiene unida en apoyo a figuras clave.

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Dili, Timor-Leste: En 2022, el Vaticano reveló que el obispo Carlos Ximenes Belo, héroe de la independencia de Timor-Leste y ganador del Premio Nobel de la Paz, había cometido abusos sexuales contra jóvenes.

Este escándalo, que se suma a la crisis de abuso sexual que afecta a la Iglesia Católica a nivel mundial, marcó un punto crítico en la percepción de la iglesia en esta nación del sudeste asiático, la más joven del continente.

Sin embargo, a pesar de estas graves acusaciones, la comunidad católica en Timor-Leste se muestra más unida que nunca, con muchos de sus miembros minimizando, dudando o desestimando los cargos hechos contra Belo, así como también contra el misionero estadounidense Richard Daschbach, quien admitió haber abusado de niñas.

Durante la lucha por la independencia del país de Indonesia, tanto Belo como Daschbach jugaron papeles significativos al ayudar a salvar vidas, lo que ha llevado a las personas a recordar sus contribuciones heroicas en lugar de enfocarse en los escándalos recientes.

El Papa Francisco está programado para visitar Timor-Leste y se espera que tenga un encuentro con los fieles. Sin embargo, hasta el momento no hay información sobre si se reunirá con víctimas de abuso o si abordará el tema de manera directa, como lo ha hecho en otras naciones donde se han requerido cuentas a la jerarquía de la Iglesia por no proteger a los menores.

La presión para que el Papa reconozca estos abusos no proviene de la comunidad local, pero sería de gran importancia para las víctimas si lo hiciera, según la periodista holandesa Tjiyske Lingsma, quien ha trabajado para sacar a la luz ambos casos de abuso.

"Creo que este es un momento crucial para que el Papa dirija unas palabras a las víctimas y se disculpe", expresó en una entrevista desde Ámsterdam.

Esto resalta el contraste entre la respuesta de la comunidad y la falta de confrontación pública sobre los temas de abuso sexual dentro de la iglesia.

Un día después de que Lingsma publicó su investigación sobre el caso de Belo en septiembre de 2022, el Vaticano confirmó que había impuesto sanciones al obispo en secreto desde 2020, las cuales incluían restricciones a sus movimientos y la prohibición de contacto con menores.

A pesar de la confirmación oficial, muchos en Timor-Leste siguen siendo escépticos sobre la veracidad de las denuncias, como es el caso de Martinha Goveia, estudiante de la universidad en Dili, quien aún espera que Belo esté presente junto al Papa durante su visita.

El contexto histórico de Timor-Leste, que fue una colonia portuguesa hasta 1975 y experimentó una ocupación violenta por parte de Indonesia hasta 1999, añade una capa de complejidad a la forma en que se perciben estas figuras en la comunidad.

Mientras los líderes religiosos intentan reconciliar el legado de estos personajes con las recientes acusaciones, la lucha por la verdad y la justicia continúa siendo un tema sensible en la sociedad timorense.