Pavel Durov, cofundador de Telegram, fue detenido en París en relación con una orden de arresto por delitos graves, incluidos el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales.
En un sorprendente desarrollo ocurrido en la tarde del sábado, Pavel Durov, el cofundador y director ejecutivo de Telegram, fue detenido en el aeropuerto de París-Le Bourget.
La noticia fue divulgada por medios franceses y ha suscitado gran atención internacional.
La detención de Durov se realiza en virtud de una orden de arresto relacionada con su plataforma, que supuestamente ha sido utilizada para actividades ilegales como el blanqueo de capitales y el tráfico de drogas.
Durov, ciudadano dual de Francia y Rusia, llegó a París procedente de Azerbaiyán cuando fue abordado por investigadores de la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude, que forma parte de la administración de aduanas del país.
Según los informes, fue informado de su arresto en el aeropuerto y posteriormente se le llevó a una comisaría.
Hasta el momento, los representantes de Durov no han podido ser contactados para ofrecer comentarios sobre este asunto.
Las autoridades judiciales de Francia, por su parte, prefirieron no realizar declaraciones sobre el arresto, citando las regulaciones en el marco de una investigación en curso.
Sin embargo, algunos medios locales han indicado que la orden fue emitida a petición de una unidad especial del ministerio del Interior de Francia, centrada en investigar delitos relacionados con menores de edad.
Estos delitos incluyen la explotación sexual en línea, posesión y difusión de contenido de abuso sexual infantil, así como la preparación de menores para fines sexuales.
Telegram fue fundado por Pavel Durov y su hermano Nikolai en 2013, tras la dura represión del gobierno ruso a las protestas a favor de la democracia que se vivieron en Moscú entre finales de 2011 y 2012. Las manifestaciones llevaron a las autoridades rusas a endurecer el control del espacio digital, implementando regulaciones que obligaron a los proveedores de internet a bloquear sitios web y a las operadoras de telefonía a almacenar registros de llamadas y mensajes, que podrían ser compartidos con los servicios de seguridad.
Durov ha sido un defensor de la privacidad y la libertad de expresión en internet, lo que ha mantenido a Telegram como una plataforma popular entre quienes buscan un refugio seguro para comunicarse.
Sin embargo, su popularidad también ha atraído la atención de las autoridades que buscan regular el uso de aplicaciones de mensajería que podrían estar facilitando actividades ilegales.
Este incidente se produce en un contexto global donde las plataformas digitales están bajo un escrutinio cada vez más intenso por parte de los gobiernos, buscando regular su uso en un intento de luchar contra el crimen cibernético y proteger a los menores.
El resultado de la detención de Durov podría tener implicaciones significativas no solo para él, sino también para el futuro de Telegram y su funcionamiento en Europa y otras partes del mundo.