En Washington, el representante Steve Scalise, quien los republicados nominaron para ser el próximo presidente de la Cámara de Representantes, se retiró de la carrera el jueves, ya que el partido no logró resolver sus divisiones, prolongando la crisis de liderazgo en la cámara.

Scalise, el segundo republicano de la Cámara, había asegurado la nominación de su partido para reemplazar al destituido presidente Kevin McCarthy, pero aún le faltaban los 217 votos necesarios para ser elegido en el piso de la Cámara, ya que varios de sus compañeros republicanos dijeron que no lo apoyarían.

El representante Steve Scalise se dirige a los medios de comunicación.

Crédito: Bloomberg

Los republicanos no podían permitirse más de cuatro deserciones, ya que controlan la Cámara por un estrecho margen de 221 a 212 votos si querían poner fin a la lucha sin líder de la Cámara, que ya llevaba nueve días.

“Acabo de compartir con mis colegas que estoy retirando mi nombre como candidato para nuestro futuro presidente”, dijo Scalise a los reporteros.

“Si miras las últimas semanas, si miras dónde está nuestra conferencia, aún queda trabajo por hacer... Todavía hay personas que tienen sus propias agendas”.

La disputa interna entre los republicanos ha dejado a la cámara incapaz de actuar para apoyar la guerra de Israel contra los militantes palestinos de Hamas y aprobar los proyectos de ley de gasto del gobierno antes de que el financiamiento se agote el 17 de noviembre.

Los republicanos esperaban evitar una repetición del vergonzoso espectáculo que ocurrió en enero, cuando los conservadores de línea dura obligaron a McCarthy a soportar 15 votos en el piso durante cuatro días antes de ganar el liderazgo.

Varios republicados dijeron anteriormente que apoyarían al rival de Scalise, Jim Jordan, quien perdió en una votación secreta el miércoles.

Jordan ha alentado a sus seguidores a votar por Scalise, según una fuente que habló bajo condición de anonimato.