El nuevo currículum escolar sirio, impulsado por el gobierno actual, ha generado críticas en torno a la eliminación de poesía sobre mujeres y amor, y la reescritura de hechos históricos.
La reciente modificación del currículum educativo en Siria ha desatado una ola de críticas tanto dentro como fuera del país.
El nuevo gobierno, liderado por Hayat Tahrir al-Sham, un grupo rebelde que ha sido relacionado con la organización terrorista Al-Qaeda, ha decidido que se eliminará de los planes de estudio la poesía relacionada con mujeres y el amor, considerándolo parte de un enfoque radical hacia la educación.
El gobierno sirio además ha optado por clasificar eventos históricos significativos, como la conquista de Egipto por la reina Zenobia, que desempeñó un papel crucial en la expansión de su imperio, como mera 'ficción'. Esta revisión histórica ha generado confusión y descontento entre académicos y ciudadanos, quienes consideran que se está tratando de reescribir el pasado.
Una de las manifestaciones más notables en oposición a estos cambios ocurrió en diciembre, donde una multitud de mujeres sirias se reunió para exigir un estado secular y en defensa de sus derechos.
Las pancartas que portaban proclamaban: "No por una sociedad libre sin una mujer libre" y "Laicismo", enfatizando la peligrosa tendencia que representa la nueva política educativa y cultural del gobierno.
Los nuevos directrices también omiten las referencias a divinidades del pasado en los programas de historia antigua y eliminan la mención de la ocupación francesa en Siria.
La posibilidad de que estas reformas sean un medio para imponer una ideología más estricta que limite el pensamiento crítico ha sido objeto de levantamiento de alarmas entre organizaciones de derechos humanos y educadores.
Ataque de drones en Homs deja más de 100 muertos
Un ataque con drones en la ciudad de Homs, Siria, dejó más de 100 muertos y numerosos heridos durante una ceremonia de graduación militar. El uso de drones armados en un país que ha enfrentado 12 años de guerra civil es inédito y este ataque se considera uno de los más sangrientos contra una instalación del ejército sirio.Rami Jarrah, un activista y periodista sirio, manifestó en redes sociales su preocupación sobre la educación religiosa en las escuelas, argumentando que debería enseñarse no para construir una fe, sino para ofrecer una comprensión histórica objetiva de la religión.
La crítica a estas políticas ha sido contundente, donde se exige que las reformas educativas no representen una ideología estrecha que limite el desarrollo de una ciudadanía crítica e informada.
Históricamente, Siria ha sido un país con una rica tradición literaria y una diversidad cultural que ahora se ve amenazada por estas decisiones extremistas.
En este contexto, la comunidad internacional observa con creciente inquietud la dirección del país bajo un gobierno con un pasado vinculado al extremismo.
La situación es delicada y es fundamental para los ciudadanos sirios que su patrimonio cultural no se pierda en manos de un régimen que busca reprimir la expresión individual y el conocimiento.
Sin embargo, es crucial también que la comunidad global exija un respeto por los derechos humanos y la educación integral, asegurando que no se repitan errores del pasado donde las culturas y las identidades se ven amenazadas por autoritarismos políticos.
La lucha por un currículo educativo inclusivo y diverso es una batalla que sigue vigente en todo el mundo, y Siria no debe ser una excepción.