Trágico accidente en vuelo de Singapore Airlines SQ321 debido a turbulencia severa

La noticia fue trágica la noche del martes: el vuelo SQ321 de Singapore Airlines golpeó turbulencia en ruta de Londres a Singapur, resultando en un fallecimiento y hasta 71 heridos, algunos de gravedad.

En mis casi cuatro décadas de volar esa misma ruta como capitán de Qantas, aprendí que hay desafíos particulares que enfrentan los pilotos, especialmente en esta época del año.

Parece que la aeronave Boeing 777-300ER en cuestión golpeó una turbulencia severa al entrar en la famosa Bahía de Bengala, entre el subcontinente indio y la Península de Malasia.

En esta época del año, la Zona de Convergencia Intertropical, o ZCIT, está muy activa.

Eso es un nombre elegante en la aviación para el monzón, que nosotros simplemente conocemos como la 'estación húmeda' en el norte de Australia.

Esas antiguas corrientes comerciales, que nuestros antepasados viajeros usaban para navegar alrededor del mundo, chocan en algún lugar cerca del ecuador.

Esa línea de colisión es la ZCIT, y se mueve al norte o al sur del ecuador dependiendo de la temporada.

Cuando se encuentran, esas corrientes comerciales opuestas tienen que ir a algún lugar, creando inestabilidad en la atmósfera que puede traducirse en mal tiempo y turbulencia, y un viaje accidentado si estás volando cerca de ellas.

Los actuales mapas meteorológicos muestran una masa nubosa significativa en toda la bahía, con tormentas eléctricas incrustadas de hasta 55,000 pies.

A menos que estés volando en el antiguo Concorde, que solía cruzar a velocidad sónica alrededor de 65,000 pies, no puedes volar sobre este clima.

Las aerolíneas modernas actuales simplemente no tienen ese tipo de 'techo', un término de aviación para indicar a qué altura pueden volar los aviones.

Por lo tanto, como pilotos, ¿qué herramientas tenemos a nuestra disposición en la punta del avión para evitar lo peor de este tipo de clima por la seguridad y comodidad de los pasajeros en la parte de atrás? Antes del vuelo, contamos con pronósticos del tiempo muy precisos que muestran estas áreas activas de preocupación.

Esto se respalda con imágenes satelitales que confirman las áreas más peligrosas.

Armados con este conocimiento, el despacho de una aerolínea - junto con los pilotos - trazarán una ruta de 'menor' resistencia a través de cualquier área de preocupación conocida.

Una vez en el aire, los pilotos cuentan con un sofisticado radar meteorológico a su disposición, además de que otros pilotos que vuelan la misma ruta transmitirán información sobre mal tiempo y turbulencia en la zona.

El radar meteorológico está diseñado específicamente para ayudar a las aeronaves a abrirse paso alrededor de este clima, o en algunas ocasiones, a través de él.

En esta ocasión, un trágico accidente en un vuelo de Singapore Airlines nos recuerda lo impredecible que puede ser la naturaleza y la importancia de la preparación y la vigilancia constante en la aviación.