La búsqueda de los desaparecidos en el naufragio del yate Bayesiano en Sicilia avanza entre la preocupación por las circunstancias del hundimiento.

En un trágico suceso ocurrido en las aguas de Sicilia, los buzos que exploraban los restos de un superyate que se hundió encontraron el miércoles los cuerpos de cinco de los pasajeros, mientras que uno sigue desaparecido.

La recuperación de los cuerpos se llevó a cabo en Porticello, donde los equipos de rescate transportaron cuatro bolsas mortuorias a la costa.

Salvatore Cocina, jefe de la agencia de protección civil de Sicilia, confirmó que se había recuperado un quinto cadáver, y los buzos presentes dieron a entender que continuarían la búsqueda del sexto pasajero.

La embarcación involucrada, el Bayesiano, un yate de 56 metros de bandera británica, se hundió el lunes por la madrugada en medio de una tormenta mientras estaba anclado a aproximadamente un kilómetro de la costa.

Las autoridades de protección civil afirmaron que creen que el yate fue golpeado por un tornado sobre el agua, conocido como tromba marina.

En total, quince personas lograron escapar utilizando un bote salvavidas y fueron rescatadas por un velero cercano.

Entre las víctimas se encontraba el chef del yate, Recaldo Thomas, originario de Antigua, cuya recuperación tuvo lugar el mismo día del incidente.

Su primo, David Isaac, reveló que Thomas nació en Canadá, pero pasaba tiempo en Antigua durante su infancia, finalmente mudándose de forma permanente a la pequeña isla del Caribe oriental en sus veintes.

La búsqueda se intensificó debido a la incertidumbre sobre el destino de seis pasajeros desaparecidos, entre los que se encuentra el magnate tecnológico británico Mike Lynch, su hija de 18 años y otros asociados que recientemente lo defendieron en un juicio federal por fraude en Estados Unidos.

A la fecha, el portavoz de Lynch no ha respondido a solicitudes de comentarios sobre la situación.

El suceso ha generado una profunda preocupación y preguntas sobre las circunstancias que llevaron a la rápida hundimiento del yate, especialmente teniendo en cuenta que un velero cercano sobrevivió sin sufrir daños significativos.

Historias de naufragios en la zona no son infrecuentes; por ejemplo, en 1986, otro yate sucumbió ante condiciones climáticas adversas cerca de la misma costa, recordando a muchos la peligrosidad de navegar en esas aguas.

Mientras las operaciones de búsqueda avanzan, la comunidad local y la familia de los desaparecidos aguardan con ansias noticias que les traigan algo de esperanza entre la tragedia.

Los informes sugieren que las autoridades están trabajando para proporcionar apoyo psicosocial a los familiares, quienes deben enfrentar este difícil momento marcado por la incertidumbre y el dolor.

La historia del yate Bayesiano y las vidas afectadas por esta tragedia subrayan la necesidad de revisar medidas de seguridad marítima, especialmente en áreas propensas a fenómenos meteorológicos extremos, con el fin de evitar que sucesos como este se repitan en el futuro.