En el marco de una implacable represión que ha paralizado a los medios independientes y a destacados grupos de derechos y ha dado a Putin un control total del sistema político, los votantes se dirigirán a las urnas en Rusia el viernes, en una elección presidencial de tres días que prácticamente garantiza extender el mandato del Presidente Vladimir Putin por seis años más.

La elección se lleva a cabo mientras la guerra de Moscú en Ucrania entra en su tercer año.

Rusia tiene la ventaja en el campo de batalla, donde está logrando pequeños avances, aunque lentos.

Mientras tanto, Ucrania ha hecho que Moscú parezca vulnerable detrás del frente: ataques de drones de largo alcance han golpeado en lo profundo de Rusia, mientras que los drones de alta tecnología han puesto en jaque a su flota del Mar Negro.

Los votantes emitirán sus votos hasta el domingo en los colegios electorales de los 11 husos horarios del vasto país, así como en las regiones de Ucrania anexadas ilegalmente, donde los votantes están siendo obligados a votar por su ocupante en tiempos de guerra.

El gobierno ruso está incitando a los ucranianos con vallas publicitarias y carteles a votar “por su presidente” y a “participar en el futuro de nuestro país”. Está promocionando la elección con un símbolo “V” en los colores de la bandera rusa, una letra que adorna los tanques rusos y un claro guiño al primer nombre de Putin.

“Las elecciones son una extensión de la ocupación militar y de la guerra misma ... antes que un ejercicio del sufragio democrático”, dijo Sam Greene, director del Centro de Análisis de Política Europea en Washington.

Además de establecer colegios electorales, Rusia ha enviado funcionarios con urnas a los hogares de las personas en las regiones ocupadas, argumentando que es más seguro votar en sus puertas.

En Rusia, la elección tiene poco suspenso ya que Putin, de 71 años, se postula para su quinto mandato de seis años prácticamente sin oposición.