La muerte del líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, en un accidente aéreo en Rusia ha generado sorpresa y especulación sobre las implicaciones políticas y militares de este acontecimiento.
Una de las constantes más predecibles en la guerra es la sorpresa.
Desde la invasión rusa a gran escala en Ucrania en febrero del año pasado, ha habido numerosas sorpresas.
Desde la derrota de Rusia en su campaña en Kiev, la ofensiva ucraniana en Járkov y los ataques al Puente de Kerch y a Moscú, la sorpresa ha sido una constante en este conflicto.
Quizás una de las sorpresas más impactantes, al menos para la política rusa, fue la revuelta de Prigozhin en junio de este año.
Yevgeny Prigozhin, líder de la compañía militar privada Grupo Wagner, lideró una insurrección corta pero muy mediática que llevó a sus tropas a avanzar hasta 300 kilómetros de Moscú. Las principales víctimas del día fueron de la Fuerza Aérea Rusa, que perdió múltiples helicópteros y otras aeronaves.
Más de 30 aviadores murieron en el incidente.
Esta tragedia es aún más irónica si se tienen en cuenta los eventos de las últimas horas.
Viajando en su jet privado, Prigozhin fue abatido sobre Rusia.
Todos a bordo de la aeronave, incluyendo a Prigozhin y al jefe de operaciones de Wagner, Dmitry Uktin, murieron en el accidente.
El accidente ha desatado una nueva ronda de especulaciones entre expertos y analistas, preguntándose quién tiene la responsabilidad de lo sucedido y cuáles podrían ser las consecuencias de la muerte tan impactante de Prigozhin.
Pero en última instancia, la causa del accidente es irrelevante.
La mayoría asumirá que Putin es el responsable, y él es quien más tiene que ganar con la muerte de Prigozhin y sus principales colaboradores.
Los enemigos de Putin raramente mueren de causas naturales.
Normalmente se involucran veneno, caídas por ventanas o accidentes aéreos.
La revuelta de junio puso de manifiesto la fragilidad de las débiles e incapaces instituciones estatales rusas.
Antes de la revuelta, Prigozhin también había ridiculizado la justificación de Putin para la guerra.
Después de la revuelta, Putin hizo varias apariciones en televisión en las que denunció a los participantes como 'traidores' pero elogió a los valientes soldados rusos y aviadores que resistieron la revuelta mientras se acercaba a la capital rusa.
Así que Prigozhin con vida era un recordatorio para Putin, y para el pueblo ruso, de la revuelta.
Dejarlo vivo a largo plazo nunca fue una opción para Putin.
Eliminar a Prigozhin de escena tiene otros beneficios para Putin, además de deshacerse de un posible líder de un golpe de estado.
Envía un mensaje claro sobre el costo de la deslealtad.
En la política controlada centralmente en Rusia, este es un mensaje que no pasará desapercibido.
También envía un mensaje claro a los gobiernos occidentales de que no deben esperar un cambio de liderazgo ruso en un futuro cercano.
Putin se mantiene en el poder por un tiempo previsible y parece estar decidido a llevar esta guerra hasta el amargo final.