El Kremlin desplegó toda una serie de técnicas de manipulación para asegurar que los rusos votaran por Vladimir Putin en las elecciones presidenciales.
En un esfuerzo por garantizar que Vladimir Putin fuera reelegido como presidente en las recientes elecciones presidenciales en Rusia, el Kremlin desplegó una serie de tácticas de manipulación.
Según documentos filtrados del Kremlin, querían que Putin ganara el 80 por ciento de los votos con una alta participación para demostrar que los rusos apoyan su guerra en Ucrania.
Putin obtuvo alrededor del 87 por ciento de los votos con el 90 por ciento del recuento completado.
Para lograr este objetivo, analistas dijeron que se creó un 'kit de manipulación de votos'. 'Las autoridades utilizan varios elementos de su 'menú de manipulación' para asegurar los resultados que desean', dijo Ben Noble, profesor asociado de estudios rusos en UCL. Estas técnicas se pueden dividir en tres categorías: la manipulación de candidatos; la manipulación de votantes; y la manipulación de resultados.
Polémica en Rusia: Yevgeny Prigozhin desafía al Kremlin a través de Telegram
El polémico empresario ruso Yevgeny Prigozhin ha utilizado la aplicación de mensajería Telegram para declarar abiertamente una guerra contra el Ministerio de Defensa de Rusia. Sus mensajes críticos hacia el Kremlin han ganado notoriedad en los medios internacionales y han amenazado la legitimidad del presidente Vladimir Putin. Esta situación plantea un dilema para el Kremlin, ya que Telegram también ha sido utilizado para propagar la desinformación rusa a lo largo de los años.En la primera categoría se incluye la eliminación de candidatos para dejar una lista 'aprobada por el Kremlin' encabezada, por supuesto, por Putin.
Este año, dos candidatos antimilitaristas fueron descalificados por motivos técnicos, dejando a Putin para vencer a oponentes falsos que, de todos modos, apoyan sus políticas.
Más complicada es la segunda etapa del plan del Kremlin: conseguir que la gente vote.
Aquí, el Kremlin ordenó que los colegios electorales permanecieran abiertos durante tres días a partir del viernes y combinó su técnica favorita de ordenar a millones de trabajadores estatales que acudieran a las urnas con una solución de votación electrónica basada en la tecnología.