El teniente general Igor Kirillov, responsable de las tropas de protección nuclear, biológica y química de Rusia, fue asesinado en Moscú, lo que genera tensiones en el conflicto armado con Ucrania.

Imagen relacionada de asesinato militar ruso moscu ucrania

En un acto de gran repercusión, el teniente general Igor Kirillov, quien ocupaba el cargo de jefe de las tropas de protección nuclear, biológica y química de Rusia, fue asesinado el martes en Moscú. El ataque se llevó a cabo por el servicio de inteligencia de Ucrania y se considera uno de los asesinatos más destacados en el contexto del conflicto entre ambos países.

Según el Comité de Investigación de Rusia, Kirillov y su asistente perdieron la vida al detonar un explosivo escondido en un scooter eléctrico frente a un edificio de apartamentos en el distrito de Ryazansky.

La fuente del servicio de inteligencia ucraniano, conocido como SBU, confirmó a Reuters que ellos habían perpetrado el ataque, describiendo la acción como una "liquidación" del alto mando del aparato militar ruso.

Con 54 años de edad, Kirillov se convierte en el oficial militar ruso de mayor rango asesinado en el territorio ruso por agentes ucranianos.

Este suceso probablemente incitará a las autoridades rusas a revisar sus protocolos de seguridad, ante la creciente preocupación sobre la seguridad de sus líderes militares.

El ex presidente Dmitry Medvedev, quien ahora ocupa un cargo importante en la seguridad rusa, advirtió que el liderazgo militar y político de Ucrania enfrentará represalias inminentes por la muerte de Kirillov.

Este tipo de acciones, según Moscú, están dirigidas a debilitar la moral de las Fuerzas Armadas rusas y a castigar a aquellos considerados responsables de crímenes de guerra.


Ucrania, que ha estado en conflicto con Rusia desde 2014, tras la anexión de Crimea por parte de Moscú, considera estas eliminaciones tácticas como una estrategia legítima en su lucha por la supervivencia nacional.

La guerra ha tenido profundas repercusiones en toda Europa del Este, afectando a millones de personas y provocando una crisis humanitaria.

Las imágenes y vídeos provenientes del lugar del ataque mostraron una entrada de edificio destrozada, con ladrillos ennegrecidos y puertas colgadas de sus bisagras.

Dos cuerpos cubiertos con sábanas plásticas negras yacían en la nieve, resaltando la brutalidad del acto.

Este asesinato puede constituir un punto de inflexión en el conflicto, cada vez más marcado por la violencia.

Históricamente, el uso de tácticas de eliminación de líderes en tiempo de guerra no es algo nuevo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, tanto los Aliados como el Eje utilizaron tácticas similares en un intento por desarticular las cadenas de mando del enemigo.

Hoy, en cambio, el conflicto tiene un componente digital y mediático, donde cada acción se convierte rápidamente en noticia global, modificando las dinámicas de poder y venganza.

Este evento sugiere un escalonamiento en el conflicto que podría tener implicaciones más amplias en la seguridad internacional.