La selección de rugby de Ucrania contará con la colaboración de futbolistas australianos de origen ucraniano en las eliminatorias para la Copa del Mundo 2026.

Ucrania, tras demostrar su valentía y determinación en los campos de batalla, ha decidido centrar su atención en el ámbito deportivo, específicamente en el rugby.

Con miras a las eliminatorias de la Copa del Mundo de Rugby League 2026, el país ha hecho un llamado a Australia en busca de refuerzos.

Por primera vez, varios futbolistas australianos de ascendencia ucraniana se unirán a jugadores locales, entre ellos algunos soldados activos, para representar a Ucrania en este importante torneo.

Esta colaboración marca un hito significativo para el rugby en el país, que ha estado sufriendo las adversidades provocadas por la guerra.

Entre los jugadores destacados se encuentran Jonah Ngaronoa y Tom Mencinsky, quienes están listos para competir.

La liga de rugby en Ucrania tiene sus raíces en 2007, cuando se formó el primer club, Legion XIII, compuesto por estudiantes.

Este club participó en el campeonato ruso, hasta que en 2009 se estableció un campeonato ucraniano con cuatro equipos.

Desde entonces, la competición ha crecido, aumentando a seis clubes en 2010.

Antes de la invasión de Moscú en febrero de 2022, el rugby en Ucrania contaba con 10 clubes, 29 equipos y alrededor de 500 jugadores, tanto séniores como juniors.

La situación ha cambiado drásticamente desde que comenzó el conflicto, y más de 60 jugadores, incluidos algunos de la selección nacional, han contribuido a los esfuerzos bélicos, ya sea como miembros del ejército o de las fuerzas de defensa territorial.

A pesar de estas dificultades, la selección nacional de rugby ha logrado un avance notable, aumentando su posición en el ranking mundial de la IRL del puesto 28 al 20 durante el año pasado, gracias a la victoria en dos ocasiones sobre Grecia en Atenas.

Esta mejora se debe en parte a la incorporación de varios jugadores de origen ucraniano que residen en el extranjero.

El equipo es dirigido por el británico Dan Beardshaw, con la gestión del australiano Matt Girvan, quien compartió su motivación para organizar esta colaboración: "Cuando comenzó la guerra, como voluntario de larga data en el rugby y casado con una ucraniana, me pregunté: '¿Qué puedo hacer para apoyar a Ucrania?'. Así nació la idea de identificar a jugadores con herencia ucraniana y trabajar en conjunto con la Federación de Rugby League de Ucrania para formar un equipo de herencia".

Girvan también destacó el interés y el compromiso mostrado: "Estamos asombrados por la participación y el entusiasmo.

Más de 40 jugadores de Nueva Gales del Sur, Queensland, Victoria y Australia del Sur han mostrado interés, y finalmente seleccionamos a seis jugadores de Brisbane, Canberra, Sídney y Newcastle que viajarán a Europa para unirse a los jugadores locales".

Este esfuerzo no solo resalta la pasión por el deporte, sino también la solidaridad y el espíritu indomable del pueblo ucraniano en tiempos difíciles, creando una comunidad más fuerte a través del rugby.