Una banda internacional ha robado más de 170 libros raros de literatura rusa de bibliotecas en Europa, valuados en más de 2,2 millones de euros.
En abril de 2022, poco después de que Rusia invadiera Ucrania, dos hombres llegaron a la biblioteca de la Universidad de Tartu, en la segunda ciudad más grande de Estonia.
Los individuos se presentaron como ucranianos que huían de la guerra y pidieron consultar ediciones de la década de 1800 de obras de Alexander Pushkin, poeta nacional de Rusia, y Nikolai Gogol.
Hablando en ruso, dijeron ser tío y sobrino investigando la censura en la Rusia zarista para que el sobrino pudiera solicitar una beca para Estados Unidos.
Interesados en ayudar, los bibliotecarios accedieron.
Los hombres pasaron 10 días estudiando los libros.
Cuatro meses más tarde, durante un inventario anual de rutina, la biblioteca descubrió que ocho libros que los hombres habían consultado habían desaparecido, reemplazados por facsímiles de alta calidad que solo ojos expertos podían detectar.
'Fue terrible', dijo Krista Aru, la directora de la biblioteca.
'Tenían una historia muy buena'.
Al principio, parecía ser un caso aislado, mala suerte en una biblioteca provincial.
Pero no lo era.
La policía está investigando lo que creen que es una vasta serie coordinada de robos de libros raros rusos del siglo XIX, principalmente primeras ediciones de Pushkin, de bibliotecas en toda Europa.
Desde 2022, más de 170 libros valuados en más de 2,2 millones de euros, según Europol, han desaparecido de la Biblioteca Nacional de Letonia en Riga; la Biblioteca de la Universidad de Vilnius; la Biblioteca Estatal de Berlín; la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich; la Biblioteca Nacional de Finlandia en Helsinki; la Biblioteca Nacional de Francia; bibliotecas universitarias en París y Lyon en Francia, y Ginebra; y de la República Checa.
La biblioteca de la Universidad de Varsovia en Polonia fue la más afectada, con 78 libros desaparecidos.
Los libros valen de decenas a cientos de miles de euros cada uno.
En la mayoría de los casos, los originales fueron reemplazados por copias de alta calidad que imitaban incluso las manchas y decoloraciones en el papel antiguo, conocidas como 'foxing' - un signo de una operación sofisticada.
La desaparición de tantos libros del mismo tipo de tantos países en un período relativamente corto es sin precedentes, según expertos.
Los robos han llevado a las bibliotecas a reforzar la seguridad y a poner en alerta máxima a los distribuidores sobre la procedencia de los libros rusos.