El rey Carlos ha admitido los actos de violencia cometidos por el gobierno colonial británico en Kenia durante su lucha por la independencia.

El rey Carlos, de 74 años, dio un discurso apasionado y contundente durante una cena de Estado ofrecida por el presidente de Kenia, William Ruto, en Nairobi.

Aunque no llegó a pedir disculpas, fue más allá de lo esperado al reconocer que 'los actos equivocados del pasado son motivo de la mayor tristeza y el más profundo pesar'.

Carlos reconoció que nada de lo que dijera o hiciera podría cambiar el pasado, pero expresó su deseo de ser 'arquitecto del futuro'. Afirmó que estaba decidido a aprovechar su visita de cuatro días para profundizar en su propia comprensión de esos errores y para encontrarse con aquellos cuyas vidas quedaron destrozadas.

Se entiende que, a pesar del deseo del rey de abordar el tema, se le aconsejó que disculparse podría generar una serie de problemas legales.

El gobierno británico, aunque expresa 'un sincero pesar' por las atrocidades de la década de 1950, nunca se ha disculpado de forma oficial.

El rey habló de los fuertes lazos que su propia familia ha disfrutado durante mucho tiempo con Kenia, describiendo el afecto particular de su difunta madre, la reina Isabel II, por el país en el que se enteró de que se había convertido en reina.

También fue el lugar donde el príncipe William le propuso matrimonio a Kate Middleton, ahora 'su querida nuera', décadas después.

Sin embargo, señaló que a pesar de la 'intimidad' de la historia compartida entre las dos naciones, 'también debemos reconocer los momentos más dolorosos' de esta larga y compleja relación.

Carlos se dirigió al presidente Ruto mientras continuaba: 'Los actos equivocados del pasado son motivo de la mayor tristeza y el más profundo pesar.

Hubo actos de violencia aborrecibles e injustificables cometidos contra los kenianos mientras luchaban, como usted dijo en las Naciones Unidas, en una dolorosa lucha por la independencia y la soberanía; y por eso, no puede haber excusa'.