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A continuación se muestra un extracto.

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He estado en la isla de Nias, aproximadamente a 120 kilómetros de la costa oeste de Sumatra, Indonesia, desde el martes, cubriendo la increíble historia de los australianos Elliot Foote, Steph Weisse, Jordan Short y Will Teagle, quienes estuvieron desaparecidos en el mar junto con su tripulación indonesia durante 36 horas antes de ser encontrados aferrados a sus tablas de surf.

Australianos Jordan Short, Will Teagle, Elliot Foote y Steph Weisse con Yustinus Sega, centro, el oficial indonesio de búsqueda y rescate que encontró a tres de ellos el martes.

El cuarto, Foote, fue recogido por pescadores.Crédito: GoFundMe

Nias, la isla desde la que partieron antes de encontrarse con una tormenta, ha sido durante mucho tiempo un destino muy buscado por los surfistas australianos.

Vienen por las olas de clase mundial, el paisaje prístino y el atractivo remoto de las partes más occidentales del archipiélago indonesio.

El descubrimiento de los cuatro australianos y dos de los tres hombres indonesios que estaban en una pequeña embarcación de madera con ellos fue un triunfo de la resistencia y la ingenio, con una buena dosis de suerte.

Antes de volar aquí desde mi base en Singapur, temía que podría estar informando sobre un resultado muy diferente.

Sin embargo, el padre de Foote, Peter, estaba bastante optimista cuando lo llamé desde Sídney el lunes por la noche, momento en el que el grupo llevaba desaparecido una noche y un día completos.

Tenían chalecos salvavidas, dijo, había comida y agua en el bote, además tenían sus tablas y, como surfistas, tenían habilidad para cuidarse en el océano.

Inset: Elliot Foote después de ser rescatado.

El momento en que se rescató a tres australianos y un miembro de la tripulación indonesia.

Peter no sabía que para entonces el barco mismo había desaparecido, habiendo sido golpeado por una tormenta la noche anterior, enviando a todos por la borda.

Sin embargo, los otros ocho amigos del grupo aquí se unieron con los equipos de rescate y pescadores, funcionarios de la embajada australiana en Yakarta y otros voluntarios, como un capitán de catamarán australiano, para encontrarlos finalmente con vida.

Mi colega Karuni Rompies y yo visitamos la sucursal de Nias de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia ayer y aprendimos más sobre los incansables esfuerzos de los funcionarios de naranja y del personal de campo de la autoridad.