La Reina Margarita II de Dinamarca anunció en su discurso de Año Nuevo que ha decidido abdicar en favor de su hijo, el Príncipe Heredero Federico. Esta histórica decisión marca la primera vez en casi 900 años que un monarca danés renuncia voluntariamente al trono.

La Reina Margarita II de Dinamarca anunció en su discurso de Año Nuevo que ha decidido abdicar en favor de su hijo, el Príncipe Heredero Federico.

La monarca de 83 años, que ha reinado durante 52 años, hizo este anuncio reconociendo cómo la edad ha comenzado a dejar sus marcas en ella.

Con agradecimiento por el cálido apoyo que ha recibido a lo largo de los años, la Reina Margarita expresó su esperanza de que la nueva pareja real sea recibida con la misma confianza y devoción que ella ha disfrutado.

La Reina Margarita ha gobernado el Reino de Dinamarca desde que ascendió al trono a los 31 años tras la muerte de su padre, el rey Federico IX, en 1972. Su histórica abdicación significa que formalmente pasará el testigo a su hijo mayor, el Príncipe Heredero Federico, el domingo.

Esta será la primera vez en casi 900 años que un monarca danés renuncia voluntariamente al trono.

La Reina Margarita es conocida y apreciada por el público por su pasión por el arte y la cultura, incluyendo el diseño de vestuarios para teatros y sus ilustraciones vibrantes de las obras del autor J.R.R. Tolkien.

También es reconocida por su amor por los cigarrillos.

La sucesión al trono de Dinamarca no implicará una coronación o una ceremonia religiosa de unción, como ocurrió con el Rey Carlos III en Gran Bretaña.

La coronación es una tradición de la Edad Media que se interrumpió en Dinamarca cuando se instauró la monarquía absoluta en 1660, y la unción fue abolida por la constitución en 1849 como parte del distanciamiento del sistema autocrático.

En Dinamarca, la tradición ha sido que la sucesión al trono tenga lugar tras la muerte del soberano, como ocurrió en 1972. Sin embargo, esta vez la sucesión será diferente, ya que la Reina Margarita ha decidido abdicar en vida en favor de su hijo.

Con esta abdicación histórica, Dinamarca se prepara para el reinado del Príncipe Heredero Federico, quien asumirá sus nuevas responsabilidades con el respaldo y la experiencia de su madre.

Se espera que continúe con el legado de su familia y desempeñe su papel como monarca con dedicación y honor.