La princesa de Gales y el rey Carlos serán sometidos a cirugías médicas, generando preocupación en la nación

En Londres, las noticias no paran de llegar.

En primer lugar, se anunció que Catherine, la princesa de Gales, pasará dos semanas en el hospital después de una cirugía abdominal y es poco probable que regrese a sus deberes públicos antes de la Pascua.

Luego, menos de 90 minutos después, se anunció que el rey Carlos se someterá a una operación por una próstata agrandada recién diagnosticada, dejándolo temporalmente fuera de acción.

Qué impactante para los seguidores de las noticias reales y qué preocupación para una nación preocupada que tiene a la familia real en sus pensamientos.

Y, hay que decirlo, qué admirable honestidad por parte de las dos generaciones mayores de la familia real, quienes claramente han encontrado la paz con sus a veces complicados roles públicos.

El rey Carlos y Catherine, princesa de Gales, están recibiendo tratamientos médicos.

Crédito: AP

Este nivel de apertura, elaborado a través de comunicados del Palacio de Buckingham y del Palacio de Kensington, es sin precedentes.

Carlos ha dicho que quería compartir su diagnóstico para animar a otros hombres a controlar su propia salud.

Si logra salvar una vida, llamando la atención sobre los síntomas que, en su caso, afortunadamente eran benignos pero no siempre lo son, estaría justificado en sentir que valió la pena.

Catherine, quien ha enfrentado escrutinio público desde que conoció al príncipe William, también ha abordado sus preocupaciones de salud directamente, en una declaración que brinda suficiente detalle para ayudar al público a comprender su ausencia necesaria sin entrar en exceso de detalles.

Consciente de la especulación, ella sabe más que nadie cuánta especulación traerá el anuncio de una 'cirugía abdominal planificada': cuántas columnas dedicadas a 'expertos' en diagnósticos médicos a distancia; cuántas conversaciones especulativas en todo el país; y, tristemente hay que decirlo, cuántos ataques en las redes sociales de los habituales sospechosos que acompañan cualquier cosa que ella se atreva a decir o hacer.

La descripción de una cirugía abdominal captará la atención de las mujeres de todo el país que han pasado por sus propios procedimientos, con todo el dolor, el miedo, la tristeza y los incómodos remordimientos que estos problemas pueden generar.

Sin mencionar los desafíos logísticos de proteger a los niños pequeños de preocuparse por su madre en el hospital y mantener el espectáculo doméstico en marcha.