El príncipe heredero Frederik y su esposa, la princesa heredera Mary, han sido aclamados por multitudes en su primera aparición pública desde el anuncio sorpresa de la abdicación de la Reina Margrethe en la víspera de Año Nuevo.

El príncipe heredero Frederik y su esposa, la princesa heredera Mary, fueron recibidos con entusiasmo por multitudes en su primera aparición pública desde el anuncio sorpresa de la abdicación de la Reina Margrethe en la víspera de Año Nuevo.

El príncipe de la corona llegó a Amalienborg, la residencia real, bajo una fuerte lluvia en la Plaza del Palacio de Copenhague el lunes por la noche (hora local) junto a su esposa de origen australiano, quien lucía un vestido de terciopelo burdeos para la festividad anual de Año Nuevo de la Reina.

El príncipe heredero Frederik y la princesa heredera Mary desafían la lluvia.

Crédito: DPPA

La pareja sonrió y les deseó a los periodistas un feliz año nuevo, pero Frederik, quien será coronado oficialmente el 14 de enero, no quiso responder preguntas de la prensa sobre la decisión de su madre.

Los periódicos daneses informaron que solo un puñado dentro de la casa real conocía sus planes.

Antes de que la pareja entrara al Palacio de Christian VII, se voltearon en la entrada y saludaron con un aplauso estruendoso por parte de los presentes, lo que confirma los resultados de una reciente encuesta que sitúa sus índices de aprobación en niveles estratosféricos.

Les siguieron la reina saliente, quien lucía un vestido rosa y un abrigo de piel gris-marrón.

Tanto ella como Mary llevaban tiaras.

La reina, protegida de la lluvia por un paraguas, sonreía ampliamente mientras caminaba desde el automóvil real hacia el palacio, donde los cortesanos la recibieron.

A pesar de la lluvia, los lugareños y los turistas se congregaron en gran número en Amalienborg temprano en el día, ya que el país se enfrentaba al fin del reinado de 52 años de Margrethe.

Turistas con palos de selfie, parejas jóvenes con niños pequeños y personas mayores con paraguas esperaban para ver la llegada de la realeza y el cambio de guardia anterior.

Laerke Jarvig, una joven de 17 años de Copenhague, llegó con su familia fuera del palacio para brindar por el nuevo año y por un próximo rey y reina con una copa de champán.