Los cuarentones William y Catherine fueron diseñados para llevar la comprensión millennial a la familia real británica en la era digital, sin embargo, una reciente foto oficial de Catalina, Princess de Gales, ha desatado especulaciones y teorías conspirativas en internet.

En Europa, William y Catherine, ambos de cuarenta años, iban a ser los encargados de introducir la era de la comprensión milenaria en la familia real británica.

Ambos se convirtieron en adultos en la era digital.

Puede que no publiquen tweets ni actualicen Instagram ellos mismos, pero cuentan con alguien que lo hace por ellos.

Ambos tienen teléfonos inteligentes con alertas de noticias de la BBC activadas.

La primera foto oficial de Catalina, Princesa de Gales, desde su cirugía abdominal en enero, ha generado mucha especulación.

La abuela de William era conocida por su dictum real: 'Tenemos que ser vistos para ser creídos'. Esto hace que los últimos días, e incluso semanas, sean aún más desconcertantes.

Y quizás ha demostrado de una vez por todas que los acuerdos ventajosos entre el Palacio de Buckingham y los medios tradicionales son casi inútiles.

Desde que Catalina desapareció de la vista pública después de Navidad y empezó su larga recuperación de lo que se nos ha dicho que fue 'una cirugía abdominal planificada', teorías conspirativas locas se han formado en los rincones más oscuros de la web y han penetrado lentamente en las redes sociales a través de TikTok, Instagram y X. Si esta pareja no entiende las reglas de los nuevos medios, ¿qué esperanzas tiene la familia real? Y así, cuando las empresas mediáticas de todo el mundo rechazaron un retrato familiar íntimo (lanzado para tranquilizar al público de que las cosas estaban bien) por ser 'digitalmente alterado' o manipulado, fue como echar gasolina al fuego.

El objetivo de los miembros de la realeza y de sus supervisores en el Palacio de Kensington era seguir el plan: Catalina descansa hasta Pascua y luego retoma sus deberes.

Pero al reaccionar ante los lunáticos y la base marginal de alborotadores, se ha convertido en los medios de comunicación y el público unidos en teorías conspirativas.

La primera sugerencia con respecto a la foto editada fue que fue tomada con un teléfono Google Pixel 8, que selecciona y fusiona automáticamente las imágenes más favorecedoras.

Esto ha dado paso a afirmaciones más salvajes de que la cabeza de Catalina fue trasladada al cuerpo de otra persona.