Descubrimientos recientes sobre Elizaveta Krivonogikh, presunta hija ilegítima de Vladimir Putin, arrojan luz sobre su vida personal y su círculo cercano.

En el ámbito internacional, especialmente en Europa, han surgido nuevas revelaciones sobre Elizaveta Krivonogikh, una joven de 21 años que, bajo la apariencia de una exalumna glamorosa, ha capturado la atención por su evidente parecido con su supuesto padre, Vladimir Putin.

A menudo se la relaciona con el arquetipo de una expatriada rica que disfruta de las capitales de la moda, similar a personajes de series populares.

Antes de esta semana, su presencia en redes sociales se limitaba en gran medida a fotos que destacaban su estilo, sin revelar mucho de su vida personal.

Sin embargo, una divulgación reciente de la televisión ucraniana TSN ha sacado a la luz la supuesta conexión de Elizaveta con el líder ruso, revelando que podría ser su hija ilegítima, resultado de un romance que tuvo lugar en la década de 1990 con Svetlana Krivonogikh, quien pasó de trabajar como limpiadora a convertirse en multimillonaria.

La vida personal de Putin ha estado envuelta en un manto de secreto desde hace décadas.

Hasta el día de hoy, el número de hijos que tiene y su estado actual de relación han sido considerados temas tabú en los medios rusos.

Sin embargo, la reciente invasión de Ucrania ha comenzado a poner luz sobre su círculo íntimo, quienes llevan estilos de vida opulentos y son promovidos a puestos altamente rentables.

Históricamente, Putin contrajo matrimonio en julio de 1983 con Lyudmila Putina, una azafata de quien se enamoró en un encuentro grupal en los años 80. En su sitio web presidencial, Putin recordó con poco énfasis emocional cómo conoció a Lyudmila: "Me hice amigo de Lyuda, mi futura esposa... si no me casaba en dos o tres años, probablemente jamás lo haría". Durante su matrimonio, Lyudmila trabajó como profesora de alemán en la Universidad Estatal de Leningrado, mientras que Putin ascendería a las filas del KGB y su sucesor, el FSB, para finalmente convertirse en presidente en 1999, sucediendo a Boris Yeltsin.

Fruto de su unión, la pareja tuvo dos hijas en la década de 1980: Maria Vorontsova, de 39 años, pediatra endocrinóloga, y Katerina Tikhonova, de 38 años, reconocida bailarina de rock and roll.

A pesar de los años transcurridos, la vida familiar de Putin sigue siendo un enigma lleno de enigmas y especulaciones, especialmente en un contexto en el que la guerra en Ucrania ha expuesto mucho sobre cómo viven los allegados al presidente.

Las revelaciones sobre Elizaveta no solo suscitan interés por el evidente vínculo familiar con el líder ruso, sino que también enfatizan la distancia entre su imagen pública y su vida personal.

A medida que el mundo observa los desplazamientos geo-políticos, el descubrimiento de tales conexiones familiares podría influir en la percepción que se tiene sobre Putin y su círculo más cercano.