Miles de personas marcharon por las calles de la capital de Níger respaldando el golpe de estado y denunciando a Francia, su antigua potencia colonial. Algunos manifestantes también portaban banderas rusas, aunque no está claro el grado de participación de Rusia en las protestas. La agrupación de mercenarios rusos Wagner está operando en el vecino Mali y bajo el mandato de Putin, Rusia ha expandido su influencia en África Occidental. La CEDEAO, bloque económico de África Occidental, ha autorizado el uso de la fuerza si el presidente Mohamed Bazoum no es reinstaurado en una semana. La Unión Africana también ha emitido su propio ultimátum de 15 días a la junta en Níger para restablecer el gobierno democráticamente elegido.
Miles de personas se congregaron este domingo en la capital de Níger para expresar su respaldo al golpe de estado y denunciar a Francia, la antigua potencia colonial del país.
Durante la marcha, los manifestantes ondeaban banderas rusas y quemaron una puerta de la embajada francesa, aunque no está claro cuál es el nivel de participación de Rusia en las protestas.
Algunos medios señalan que la agrupación de mercenarios rusos conocida como Wagner está operando en el vecino Mali, y bajo el gobierno de Putin, Rusia ha expandido su influencia en la región de África Occidental.
La relación entre Francia y Níger ha sido tensa en los últimos años, y estas protestas reflejan abiertamente el resentimiento hacia la ex potencia colonial.
Algunos nigerinos ven en Rusia una alternativa poderosa a Francia, lo que explicaría la presencia de banderas rusas en la manifestación.
Además, los manifestantes llevaban pancartas que decían "Abajo Francia" y mostraban su apoyo al presidente ruso Vladimir Putin.
Francia ha advertido que no tolerará ataques contra sus intereses ni sus ciudadanos, asegurando que responderá de manera inmediata a cualquier agresión.
Sin embargo, la nueva junta en Níger no ha dejado claro si planea aliarse con Moscú o mantenerse junto a los socios occidentales del país.
Hasta la fecha, Francia ha sido uno de los principales aliados en el combate contra los grupos yihadistas en la región del Sahel, donde tiene desplegados 1500 soldados que trabajan en operaciones conjuntas con las fuerzas nigerinas.
Estados Unidos y otros países europeos también han colaborado en la formación del ejército nigerino.
Ante la situación, la CEDEAO ha anunciado la suspensión de relaciones con Níger y ha autorizado el uso de la fuerza si el presidente Mohamed Bazoum no es reinstaurado en un plazo de una semana.
Por su parte, la Unión Africana ha dado un ultimátum de 15 días a la junta en Níger para que restablezcan el gobierno democráticamente elegido.
Como medida de mediación, el presidente de Chad, Mahamat Deby, ha llegado a Níger para liderar los esfuerzos de negociación.