Nihon Hidankyo, un grupo de sobrevivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, recibe el Nobel de la Paz por su activismo en pro de un futuro sin armas nucleares.
El Premio Nobel de la Paz fue adjudicado el pasado viernes a Nihon Hidankyo, una organización japonesa compuesta por sobrevivientes de los devastadores bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, en reconocimiento a su incansable activismo contra las armas nucleares.
Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Nobel noruego, expresó que la decisión fue tomada en un momento crítico donde "el tabú sobre el uso de armas nucleares está siendo puesto a prueba". En su declaración, mencionó que el comité Nobel desea rendir homenaje a todos los sobrevivientes que, a pesar de sufrir físicamente y cargar con dolorosos recuerdos, han optado por transformar su dolorosa experiencia en un catalizador de esperanza y compromiso por la paz.
Tomoyuki Mimaki, presidente de Hidankyo, se encontraba en el Ayuntamiento de Hiroshima al momento del anuncio y no pudo contener su emoción.
Al recibir la noticia, exclamó: "¿Es realmente cierto? ¡Increíble!". Su reacción ilustra la importancia de este reconocimiento, no solo para los miembros de su organización, sino también para la memoria histórica de las víctimas de la radiación.
Desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial, Nihon Hidankyo ha luchado por el desarme nuclear y ha recordado al mundo el horror de los ataques atómicos.
En incidentes históricos como el bombardeo de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y el de Nagasaki el 9 de agosto del mismo año, se estima que murieron cientos de miles de personas, dejando un legado de sufrimiento y destrucción que perdura hasta nuestros días.
En años anteriores, el Comité Nobel también ha reconocido los esfuerzos para erradicar las armas nucleares.
En 2017, el premio fue otorgado a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares por su trabajo en la promoción de un mundo libre de estas armamentos.
En 1995, Joseph Rotblat y las Conferencias de Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales fueron galardonados por sus contribuciones a la disminución del papel de las armas nucleares en la política internacional y su visión de eliminar tales armas a largo plazo.
El premio de este año llega en medio de conflictos devastadores que asolan al mundo, en particular en Medio Oriente, Ucrania y Sudán.
Frydnes también se refirió a cómo la creciente retórica nuclear, especialmente por parte de Rusia en su invasión a Ucrania, ha ejercido presión sobre la norma internacional que prohíbe el uso de armas nucleares.
"Está claro que las amenazas de usar armas nucleares están desafiando las bases del importante tabú que existe", indicó Frydnes, reflejando una creciente preocupación en la comunidad internacional.
La relevancia de este premio radica no solo en la conmemoración de aquellos que han vivido el horror de la guerra nuclear, sino también en la necesidad urgente de avanzar hacia un futuro donde tales armas no tengan cabida.
La comunidad internacional observa con atención los pasos de Nihon Hidankyo en su lucha por un mundo en paz.