La elección de Tim Walz como compañero de fórmula de Kamala Harris suscita críticas y apoyos en el ámbito político estadounidense debido a su pasado en China.

En medio de la campaña presidencial de Estados Unidos, la elección de Tim Walz, gobernador de Minnesota, como compañero de fórmula de la vicepresidenta Kamala Harris, ha generado un intenso debate tanto entre los seguidores republicanos como en el ámbito internacional, especialmente en China.

Esta controversia surge luego de que Harris anunciara su elección el pasado martes.

Walz se ha ganado la atención no solo por su trayectoria política, sino también por su amplia experiencia en China, donde ha vivido y trabajado en varias ocasiones.

Después de finalizar su formación académica, Walz se trasladó a este país en 1989, justo en el año de la represión violenta de las manifestaciones a favor de la democracia en Tiananmen.

Con el tiempo, él y su esposa fundaron una empresa dedicada a organizar viajes para estudiantes estadounidenses a China, lo que le ha permitido visitar el país más de 30 veces.

Las críticas hacia Walz no se han hecho esperar, especialmente desde el campo republicano.

Richard Grenell, exembajador de Estados Unidos en Alemania y director interino de inteligencia durante el mandato de Donald Trump, afirmó en la red social X que “China comunista está muy contenta con @GovTimWalz como la elección de Kamala”. Sin embargo, el equipo de campaña de Harris y Walz ha defendido su elección, destacando que el gobernador ha mantenido una postura firme en contra del régimen chino y su historial de derechos humanos.

James Singer, portavoz de la campaña, refutó las acusaciones, afirmando que Walz ha luchado por la democracia y los derechos humanos en China, priorizando siempre los puestos de trabajo y la manufactura estadounidense.

Esta defensa resalta cómo los republicanos han comenzado a distorsionar hechos fundamentales para desacreditar al gobernador.

Cabe destacar que Walz habla algunos fundamentos del idioma chino y ha expresado que su boda, celebrada el 4 de junio, es un día que no olvida, ya que coincide con el aniversario de la tragedia de Tiananmen.

Este aspecto personal del gobernador añade una capa de complejidad a la narrativa, dado que ha mostrado un vínculo emocional con los eventos históricos de China.

En la actualidad, la estrategia de línea dura hacia China se ha convertido en uno de los pocos puntos de acuerdo entre demócratas y republicanos, a pesar de las divisiones profundas que caracterizan la política estadounidense.

Las encuestas sugieren que la mayoría de los votantes estadounidenses tienen una percepción negativa de China, impulsada por preocupaciones sobre su creciente influencia y su historial en derechos humanos.

La próxima campaña electoral no solo estará marcada por las elecciones presidenciales, sino también por cuán eficazmente los candidatos puedan navegar las complejidades de las relaciones internacionales y las expectativas de sus electores.

Con la figura de Tim Walz en el centro del escenario, se anticipa que este tema se mantendrá como un punto crucial de discusión en los próximos meses.