Prabowo Subianto, aclamado por algunos y criticado por otros, inicia su mandato en un clima de tensiones diplomáticas y preocupaciones sobre su pasado.

Jakarta: Durante un tiempo, Prabowo Subianto no fue bien recibido en Australia.

Acusaciones graves de abusos a los derechos humanos surgieron de sus oscuros años como general en la época de Suharto.

La mayoría de estas acusaciones las rechaza como invenciones de sus enemigos, considerándolas ‘parte de los juegos políticos’. Sin embargo, Australia consideró que estos señalamientos eran lo suficientemente serios.

No hubo un reconocimiento público del veto y Prabowo nunca intentó poner a prueba la postura de un ministro viajando a Australia mientras esta prohibición estaba efectivamente en vigor.

Sin embargo, como se reveló recientemente, Australia suavizó su postura en 2014 cuando Prabowo se presentó a las elecciones contra Joko Widodo, el popular presidente saliente de Indonesia, como una medida de precaución.

Prabowo Subianto Djojohadikusumo, quien fue designado presidente electo de Indonesia, está por ser inaugurado como el octavo presidente del país, cerrando así un notable proceso de rehabilitación política.

A su lado estará su vicepresidente, Gibran Rakabuming Raka, el hijo mayor del presidente saliente conocido como Jokowi, quien tuvo un papel fundamental en esta inesperada sucesión.

Para garantizar el orden durante este evento significativo, se desplegarán alrededor de 100,000 efectivos de las fuerzas de policía y militares, incluyendo francotiradores y escuadrones anti disturbios, en toda Jakarta.

Además, cuatro aviones de combate F-16 sobrevolarán la llegada de unos 30 líderes extranjeros que celebrarán la ascensión de Prabowo al cargo en la tercera democracia más grande del mundo.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, no estará entre los asistentes, rompiendo así una promesa hecha en el parlamento en agosto.

Esto no se debe a que haya expresado objeciones morales.

De hecho, durante ese mismo discurso, Albanese elogió a Prabowo como 'un visitante tan bienvenido en nuestro país'. Sin embargo, el primer ministro ha decidido priorizar su encuentro con el Rey Carlos, enviando en su lugar al viceprimer ministro Richard Marles.

La historia política de Prabowo ha sido tumultuosa.

Durante dos décadas, los Estados Unidos lo mantuvieron en una especie de lista negra, lo que le impidió incluso asistir a la graduación de su hijo en el año 2000. En aquellos tiempos, la figura de Prabowo estaba marcada por la corrupción y las injusticias de un régimen que se desmoronó en 1998 tras una serie de protestas populares.

Fue entonces cuando Prabowo se vio obligado a vivir en el exilio autoimpuesto en Jordania, tras haber sido dado de baja de las fuerzas armadas, aunque con honores, a pesar de reconocer su implicación en la desaparición de activistas pro-democracia.

Ahora, a sus 73 años, y tras un arduo camino de retorno, Prabowo está listo para asumir la presidencia en un entorno que sigue siendo incómodo, tanto a nivel doméstico como en la arena internacional.

La magnitud de su ascenso al poder resalta la compleja realidad de la política indonesia y la relevancia que tienen los nexos diplomáticos en la región.