El hijo de Rupert Murdoch se une a otros líderes empresariales en apoyo a la candidata demócrata, mientras se intensifica la batalla por el control de la fortuna mediática familiar.

James Murdoch, de 51 años, ha sorprendido al mundo político al respaldar públicamente a Kamala Harris como candidata presidencial por el Partido Demócrata, justo antes de una crucial batalla sobre el futuro político del imperio mediático de su familia.

Este apoyo se suma a una lista de 88 líderes empresariales de Estados Unidos que también han manifestado su respaldo a Harris, reclamando que su elección es vital para preservar la democracia en el país.

En un sutil ataque hacia el ex presidente Donald Trump, estos líderes han argumentado que Harris aseguraría "políticas justas y predecibles que respalden el estado de derecho", lo que pone de relieve el creciente temor en ciertos sectores empresariales sobre el impacto de la política de Trump y su estilo de liderazgo.

Este respaldo llega pocos días después de que Trump mencionara la posibilidad de que Elon Musk asumiera el cargo de secretario del gabinete encargado de la eficiencia del gobierno, si lograra ganar las elecciones de noviembre.

La inclusión de James Murdoch en este grupo de respaldo es particularmente llamativa, dado su historial en el negocio familiar y la percepción de su inclinación más progresista en comparación con su hermano mayor, Lachlan, quien ha tomado las riendas de 21st Century Fox y otros activos de la familia.

James Murdoch, ex CEO de 21st Century Fox, ha situado su firma junto a otras figuras prominentes, incluyendo expresidentes de gigantes corporativos como PepsiCo y Ford.

Su decisión de apoyar a Harris surge en un momento crucial, ya que se aproxima una importante disputa legal en Nevada relacionada con el fideicomiso familiar Murdoch, que establece el control y la dirección de los medios de comunicación que han definido la familia durante generaciones.

Los beneficiarios del fideicomiso son los cuatro hijos mayores de Rupert Murdoch: Prudence, Elisabeth, Lachlan y James, quienes poseen derechos de voto iguales para seleccionar al líder de Fox News en ausencia del patriarca, Rupert, de 93 años.

Sin embargo, el patriarca busca modificar los términos del fideicomiso para garantizar que Lachlan permanezca al mando después de su fallecimiento, con el fin de mantener el enfoque conservador de sus empresas mediáticas, una estrategia que ha encontrado oposición entre James y sus hermanos.

Este conflicto familiar está emblemático de un desafío más amplio dentro del Partido Republicano y la política estadounidense en general, donde las divisiones ideológicas están en aumento.

La decisión de James de apoyarse en una figura como Harris, quien encarna el enfoque progresista del partido, podría ser una señal de cambio ante la creciente polarización política y social en el país.

Dado el legado que los Murdoch han dejado en el panorama mediático global, el apoyo de James hacia Harris no solo puede afectar su relación con su padre y hermano, sino que también podría influir en el futuro de la cobertura mediática en Estados Unidos y más allá. Mientras tanto, la amplia gama de apoyos en favor de Harris indica una creciente inquietud entre los líderes del sector empresarial por la dirección política del país y un deseo por un liderazgo más estable y predecible.