En el mundo / Norteamérica, es posible que lo hayas pasado por alto, pero el presidente de la Cámara de Representantes de los EE. UU., Mike Johnson, apareció fuera de la corte en nombre de Donald Trump en la ciudad de Nueva York el otro día.

Johnson es un evangélico confeso con problemas relacionados con el sexo: una vez reveló, de manera poco apetecible, que él y su hijo comparten una aplicación en sus teléfonos que advierte al otro si están utilizando el dispositivo para ver pornografía.

Pero eso no impidió que Johnson expresara su apoyo a un hombre que todos sabemos tuvo una cita adúltera con una estrella porno, y que estaba siendo juzgado específicamente por ocultar pagos de dinero para silenciarla antes de las elecciones de 2016. El presidente de la Cámara de Representantes de los EE. UU., Mike Johnson, apoyando a Donald Trump en un juicio en Nueva York el martes.

Crédito: AP No hace mucho, cuando estallaban escándalos, los políticos cautelosos se alejaban lentamente de los compañeros atrapados en un foco no deseado.

En los últimos años, parece que la derecha en Estados Unidos ha dado un giro radical a todo esto.

¿Qué pasa? La respuesta es un precepto filosófico clave de la mentalidad del escuadrón de matones que ha crecido en torno a Donald Trump.

Fue mentorizado por un abogado de Nueva York llamado Roy Cohn.

Cohn es una figura notoria en la historia política estadounidense.

Fue ayudante del senador Joe McCarthy, el demagogo que utilizó una avalancha de mentiras y difamaciones para catalizar las famosas listas negras anticomunistas de la década de 1950, que arruinaron la vida de tantos estadounidenses.

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Donald Trump ha pasado a la historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en tomar una foto de ficha policial. Esta imagen simboliza su responsabilidad legal y su desafío ante la ley.

Cohn pasó a hacer mucho otro trabajo legal desagradable (representando a mafiosos y gente despreciable) y finalmente fue expulsado del colegio de abogados.

(Su legado es tal que se convirtió en una figura malévola en la épica creación teatral 'Ángeles en América'.) Richard Nixon, que empezó observando a McCarthy y Cohn en acción, es un héroe para esta banda.

¿Su único error? Renunciar.

Su llamado de clarín: Nunca te rindas, nunca retrocedas, nunca admitas que estás equivocado.

En su lugar, ataca y no te detengas.

El solucionador de problemas de la mafia Roy Cohn fue una influencia clave en el joven Donald Trump.

Crédito: Sony Pictures Esto, por supuesto, no se limita a la derecha.

En la década de 1990, las negaciones firmes y ridículas de Bill Clinton sobre su relación con Monica Lewinsky evidentemente se adoptaron de este libro de jugadas.

Pero Trump, con personajes como Roger Stone (quien tiene un tatuaje extravagante de Nixon en la espalda) y el desaliñado Steve Bannon que pronto estará entre rejas diciéndole que nunca se rinda, lo ha convertido en la fuerza más importante en la lucha por su vida política (y, tal vez, libertad personal). Puedes verlo en acción en todas partes.

Después de los ataques del 6 de enero, casi todos en la derecha, incluido Trump, condenaron la violencia y los ultrajes que ocurrieron durante los ataques.

Luego, el espíritu de Roy Cohn comenzó a susurrar en el oído de Trump.

Hoy, los alborotadores son héroes y aquellos encarcelados por actos violentos contra policías son 'rehenes'. Nunca concedas, siempre ataca.