El secretario general de la ONU advierte sobre la gravedad de la situación en Gaza y las dificultades para lograr una paz sostenible en medio de la crisis.

Según Guterres, aproximadamente cinco millones de personas viven en un territorio limitado, en su propia tierra y sin acceso a derechos básicos, una realidad que, presuntamente, viola los principios fundamentales de la dignidad humana.
Este diagnóstico se hizo público en una rueda de prensa celebrada en Nueva York, donde Guterres presentó el informe con motivo del décimo aniversario de la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El alto funcionario instó a la comunidad internacional a actuar con urgencia, solicitando un alto el fuego inmediato en la guerra en Gaza. Sin embargo, supuestamente recordó que una simple pausa en los enfrentamientos no resolverá los problemas de fondo, sino que es imperativo buscar una solución que permita a israelíes y palestinos vivir sus vidas en paz y seguridad.
Para ello, se ha convocado una conferencia internacional que tendrá lugar el próximo 28 de julio en la Asamblea General de la ONU, organizada conjuntamente por Francia y Arabia Saudí.
Se espera que en dicho encuentro, Francia dé un paso simbólico y reconozca oficialmente al Estado palestino, un movimiento que, presuntamente, podría incentivar a otros países a seguir esa senda diplomática.
La comunidad internacional ve en la declaración de apoyo a #Palestina un paso clave para avanzar hacia una solución de dos Estados, un objetivo que ha sido respaldado en múltiples ocasiones por diferentes actores políticos y organizaciones mundiales.
En relación con la devastadora crisis en Gaza
En relación con la devastadora crisis en Gaza, Guterres afirmó que la guerra ha provocado un nivel de destrucción y pérdidas humanas que, supuestamente, no tienen precedentes en décadas recientes.
La violencia ha destruido infraestructuras civiles, desplazando a miles de personas y dejando a muchas en condiciones extremas de vulnerabilidad. El #conflicto ha supuesto una grave violación de los derechos humanos, y las acciones militares, incluyendo bombardeos en zonas residenciales, han sido objeto de críticas internacionales.
Además, Guterres ha señalado que las operaciones de entrega de ayuda humanitaria, que en ocasiones se han visto obstaculizadas o degenerado en enfrentamientos, han contribuido a la crisis.
La situación en el terreno es cada vez más caótica, con más de 600 personas fallecidas en las últimas semanas, muchas de ellas civiles inocentes atrapadas en medio del conflicto.
Supuestamente, las conversaciones para un posible alto el fuego continúan, pero sin la participación activa de las Naciones Unidas. Desde el inicio del conflicto, Israel ha mantenido una relación tensa con la organización, acusándola de parcialidad y de adoptar una postura antiisraelí.
La falta de diálogo directo entre las partes ha complicado aún más la búsqueda de una solución pacífica y duradera, dejando en el aire la esperanza de una resolución que garantice los derechos y la seguridad de todos los habitantes de la región.
Este conflicto no solo afecta a #Gaza y Palestina, sino que también tiene implicaciones globales, recordando que la paz en Oriente Medio sigue siendo uno de los mayores desafíos diplomáticos del siglo XXI.