Timothy Shaddock, un australiano de 54 años, decidió dejar su trabajo corporativo y mudarse a México para perseguir su sueño de navegar solo por el océano.

Hace dos años, compró un catamarán de 10 metros en el resort mexicano de Puerto Vallarta.

Necesitaba un lugar para vivir y le gustaba la idea de vivir aislado en el mar.

Shaddock eligió el Mar de Cortés como su campo de entrenamiento, que es una estrecha franja de agua entre la Península de Baja California y el continente mexicano.

Realizó viajes cortos para probar su barco y ver qué funcionaba y qué no.

Sin embargo, era consciente de que la temporada de huracanes llegaría a finales de abril.

Finalmente, Shaddock decidió que era hora de zarpar.

Salió del Mar de Cortés y se adentró en el Pacífico en una noche de luna llena.

No recuerda exactamente la fecha, pero estima que fue a principios de mayo.

Una vez que entró en el Pacífico, se dio cuenta de que no había vuelta atrás.

El viento y la corriente solo iban en una dirección.

Después de meses navegando, Shaddock finalmente llegó a tierra firme en Manzanillo, México.

Aunque su aventura ha terminado por ahora, planea seguir explorando el mundo en su catamarán en el futuro.

El estricto control de cuarentena de Australia significa que su compañera de viaje, Bella, su perro, se quedará en México.

Este viaje ha demostrado que los sueños pueden hacerse realidad si te atreves a perseguirlos.

Aunque dejar un trabajo estable y dedicarse a la navegación en solitario puede sonar arriesgado, Shaddock ha demostrado que vale la pena seguir tus pasiones y cumplir tus sueños.