La presidenta Maia Sandu celebra el apoyo popular para la adhesión de Moldavia a la Unión Europea, a pesar de las acusaciones de interferencia extranjera.

Chisinau: La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, ha declarado que los moldavos han ganado la "primera batalla en una lucha difícil" por su futuro, un día después de que un estrecho 50.46 por ciento de los votantes apoyara la adhesión al mercado común europeo en un referéndum marcado por alegaciones de interferencia respaldada por Rusia.

El resultado, tan ajustado, sorprendió a los partidarios de Sandu, quienes esperaban que esta votación enviara un mensaje contundente sobre la intención de llevar a la economía agrícola post-soviética de Moldavia a la Unión Europea antes de 2030 y desvincularse definitivamente de la influencia de Moscú. "El pueblo de Moldavia se ha pronunciado: nuestro futuro en la UE ahora estará anclado en la constitución.

Hemos luchado de manera justa en una pelea injusta, y hemos ganado", expresó Sandu a través de la red social X.

Esta victoria significa que se añadirá una cláusula a la Constitución que definirá la adhesión a la UE como un objetivo a alcanzar.

Moldavia inició el largo proceso de negociaciones formales para su ingreso en junio de este año.

En paralelo, se celebraron elecciones presidenciales que también coincidieron con el referéndum, donde Sandu logró obtener el 42.45 por ciento de los votos, aún por debajo del 50 por ciento necesario para ganar en primera vuelta, lo que la llevará a una segunda ronda el 3 de noviembre contra el exfiscal general Alexandr Stoianoglo, quien obtuvo el 25.98 por ciento.

Con anterioridad, Sandu, de 52 años, comentó que había "evidencias claras" de que grupos criminales apoyados por "fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses nacionales" intentaron comprar 300,000 votos.

"Estos grupos criminales... han atacado a nuestro país con decenas de millones de euros, mentiras y propaganda, utilizando los medios más vergonzosos para mantener a nuestros ciudadanos y a nuestra nación atrapados en la incertidumbre y la inestabilidad", indico Sandu.

Antes de las votaciones, las autoridades informaron sobre intentos de interferencia respaldados por Moscú, liderados por el fugitivo magnate Ilan Shor, quien supuestamente intentó sobornar a 130,000 personas para que votaran "no" y apoyaran a un candidato específico en las elecciones.

Shor ha negado cualquier acto ilícito.

Moldavia, un pequeño país situado entre Rumanía y Ucrania, ha mostrado históricamente una ambivalencia hacia su futuro, habiendo sido parte de la esfera de influencia soviética y, más tarde, enfrentándose a desafíos de gobernabilidad y corrupción.

Este referéndum y las elecciones contemporáneas reflejan un giro significativo hacia la integración europea, lo que podría cambiar el curso de su historia moderna si se mantiene la tendencia actual hacia la construcción de lazos más fuertes con Occidente.