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Nueva York: El ex vicepresidente Mike Pence ha retirado su propuesta para la nominación presidencial republicana, poniendo fin a su campaña por la Casa Blanca luego de tener dificultades para recaudar fondos y ganar impulso en las encuestas.

'Me ha quedado claro: este no es mi momento', dijo Pence en la reunión anual de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas.

'Así que después de mucha oración y deliberación, he decidido suspender mi campaña para presidente a partir de hoy'.

El ex vicepresidente Mike Pence se ha retirado de la carrera por ser el candidato republicano en las elecciones de 2024.

Crédito: AP

'Siempre supimos que esta sería una batalla cuesta arriba, pero no tengo arrepentimientos', continuó Pence ante la sorprendida audiencia, que reaccionó aplaudiendo y dándole múltiples ovaciones de pie.

Pence es el primer candidato importante en abandonar una contienda que ha sido dominada por su antiguo jefe convertido en rival, Donald Trump, y sus dificultades subrayan cuánto ha transformado Trump al partido.

Normalmente, un ex vicepresidente sería considerado un desafiante formidable en cualquier primaria, pero Pence ha tenido problemas para encontrar una base de apoyo.

Eligió el evento de Las Vegas para anunciar su decisión, en parte para poder seguir expresando su apoyo a Israel y presentar su caso una última vez como candidato de que las corrientes aislacionistas y populistas que han barrido al Partido Republicano representan un peligro para su futuro y fortalecen a los enemigos de la nación, según dos personas cercanas a Pence que hablaron bajo condición de anonimato para discutir su pensamiento.

La decisión de Pence, más de dos meses antes de los caucus de Iowa en los que había apostado su campaña, le evita acumular más deuda, así como la vergüenza de no calificar para el tercer debate republicano primario, el 8 de noviembre en Miami.

Donald Trump y Mike Pence como presidente y vicepresidente en abril de 2020.

Crédito: AP

Pero su retiro es un gran golpe para un político que pasó años esperando pacientemente como el lugarteniente más leal de Trump, solo para ser convertido en chivo expiatorio durante sus últimos días en el cargo cuando Trump se convenció de que Pence de alguna manera tenía el poder de anular los resultados de las elecciones de 2020 y mantener a ambos en el cargo, un poder que Pence no poseía.

Si bien Pence evitó una crisis constitucional al rechazar el plan, atrajo la furia de Trump, así como la ira de muchos de los seguidores de Trump, que todavía creían en sus mentiras sobre las elecciones y ven a Pence como un traidor.