Mohamed se encontraba en medio de un viaje zigzagueante desde su Mauritania natal en África occidental, sin saber exactamente dónde terminaría y sin importarle, siempre y cuando fuera en algún lugar de Estados Unidos.

Pero después de volar desde África a Turquía y finalmente a Nicaragua, otro hombre mauritano le advirtió que simplemente cruzar la frontera no era suficiente.

Sin una dirección específica, podría ser detenido por las autoridades de inmigración de Estados Unidos durante meses.

El otro migrante le ofreció una dirección.

Mohamed anotó la dirección en una tira de papel del tamaño de una tarjeta de visita, que llevaría consigo como un billete de banco hasta llegar al territorio estadounidense.

La tarjeta decía: '30th Street: 400.' Y luego: 'East 30th St.

1st Avenue.

Manhattan.

Subway: 6 to 28th St.'

Antes de huir de su país en mayo, Mohamed sabía muy poco de su nuevo hogar previsto.

Sabía ubicar la capital de Estados Unidos en Washington.

Había oído hablar de Miami, principalmente como un destino turístico.

Y sabía que en la ciudad de Nueva York, había un lugar llamado Times Square.

De repente, tenía las coordenadas del principal centro de acogida para hombres sin hogar de la ciudad de Nueva York.

Desde la primavera de 2022, los funcionarios de la ciudad de Nueva York afirman que más de 130.000 migrantes han pasado por el sistema de refugios de la ciudad, y aproximadamente la mitad todavía se encuentra allí. La afluencia de migrantes ha desbordado la capacidad de la ciudad para cuidar de ellos y, a su vez, ha convertido a Nueva York y a su alcalde demócrata, Eric Adams, en actores improbables en una crisis nacional.

La ciudad ha gastado más de 1.7 mil millones de dólares en costos relacionados con los migrantes hasta julio, y Adams ha suplicado a los funcionarios federales que brinden más ayuda y un cambio en la política de inmigración.