La ex canciller alemana revela sus experiencias y desafíos durante la presidencia de Donald Trump, destacando el consejo del Papa Francisco.
En un reciente extracto de sus memorias, la ex canciller alemana Angela Merkel describe las dificultades que enfrentó al lidiar con Donald Trump después de su elección como presidente de Estados Unidos en 2016. Merkel, quien se desempeñó como canciller durante 16 años, buscó consejo en el Papa Francisco para abordar la peculiar mentalidad del magnate inmobiliario al intentar persuadirlo de no abandonar los acuerdos climáticos de París, acuerdos que ella consideraba vitales para la lucha contra el cambio climático.
En la publicación del semanario alemán Die Zeit, Merkel revela que entendía a Trump como alguien que había visto el mundo a través de la lente de un desarrollador de bienes raíces.
“Cada terreno solo se puede vender una vez y si no lo consigo, alguien más lo hará”, citó la ex canciller, reflejando así la visión rígida y competitiva que Trump aplicó a su toma de decisiones.
Cuando Merkel recurrió al Papa en busca de orientación sobre cómo relacionarse con personas con puntos de vista tan dispares, la respuesta del líder católico fue bastante clara: "Doblar, doblar, doblar, pero asegúrate de que no se rompa". Este consejo no solo evidenciaba la percepción del Papa sobre la urgencia de mantener el diálogo, sino también el reconocimiento de las tensiones que existían entre los ideales de Merkel y la política de Trump.
La canciller alemana, conocida por su estilo metódico y calmado, sobresalía entre los líderes mundiales, especialmente en un período donde gran parte del planeta se preocupaba por la dirección que estaba tomando la política estadounidense bajo Trump.
Su inalterable comportamiento y las constantes referencias a valores como la libertad y los derechos humanos llevaron a muchos a considerarla como la verdadera "líder del mundo libre", un título que tradicionalmente se reserva para los presidentes de Estados Unidos.
Desde su llegada al poder, Trump había despertado inquietudes sobre sus políticas y su desprecio por organismos internacionales, lo que generó un clima de incertidumbre.
Merkel, aunque enfrentaba estas preocupaciones de frente, intentó establecer un puente de comunicación mientras defendía los principios que consideraba fundamentales para mantener la estabilidad global.
La publicación de estas memorias ocurre en un contexto donde Merkel expresa su "esperanza sincera" en que la actual vicepresidenta, Kamala Harris, pudiera derrotar a su rival en futuras elecciones.
Su legado como líder se entrelaza con momentos decisivos en la historia reciente, incluyendo su papel central durante la crisis de deuda en la eurozona y la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2014.
A lo largo de su carrera, Merkel demostró una notable capacidad para manejar la diplomacia en situaciones delicadas, y sus memorias sirven como un testimonio no solo de su experiencia, sino también de los desafios con los que los líderes se enfrentan en el panorama político contemporáneo.