La expresión de la ex primera dama Melania Trump de no asistir a un té con Jill Biden marca un giro en la tradición presidencial estadounidense.
En un giro inesperado de los eventos que han capturado la atención de los medios, Melania Trump, ex primera dama de los Estados Unidos, ha declinado una invitación de la actual primera dama, Jill Biden, para disfrutar de un té en la Casa Blanca, así como para recorrer la mansión ejecutiva.
Este gesto rompe con una tradición que se ha mantenido en el país durante décadas.
A través de un comunicado difundido en la plataforma de redes sociales X, la oficina de Melania Trump anunció que no acompañará a su esposo, el presidente electo Donald Trump, en su reunión con el presidente Joe Biden, un encuentro que, a lo largo de la historia, ha sido considerado un rito entre los presidentes salientes y entrantes.
Normalmente, las esposas de ambos presidentes también participan en este tipo de encuentros.
El comunicado, un tanto inusual, no proporcionó más detalles sobre el motivo de su ausencia.
Sin embargo, incluía críticas hacia varios medios de comunicación, cuyos reportes ha calificado de falsos y engañosos.
La oficina de Melania no especificó a quién se refería con estas afirmaciones, ni qué información exactamente consideraba incorrecta.
A pesar de su ausencia en el evento, la oficina de Melania Trump emitió un mensaje de congratulación a su esposo, mencionando que su regreso a la Oficina Oval para comenzar el proceso de transición es visto como algo alentador.
Además, le desean mucho éxito en su nuevo mandato.
Es incierto si Melania Trump se mudará de nuevo a la Casa Blanca con su esposo cuando él asuma el cargo en enero.
Durante su primer mandato, hubo una considerable demora en su traslado desde Trump Tower en Nueva York a Washington.
Una vez en la vivienda oficial, Melania enfrentó desafíos significativos en su relación con la prensa, así como con varias costumbres que se espera de las primeras damas.
Por ejemplo, tuvo opiniones muy críticas sobre la tradicional decoración navideña de la Casa Blanca.
Por otro lado, se ha informado que Jill Biden le envió a Donald Trump una carta manuscrita de felicitaciones de parte de Melania, la cual también manifestaba la disposición de su equipo para ayudar en el proceso de transición.
El desaire de Melania Trump a Jill Biden ha sido considerado inusual en la memoria reciente, y particularmente notable, dado que los dos esposos se habían intercambiado palabras ásperas durante una campaña electoral marcada por desprecios.
Anita McBride, experta en primerísimas damas de la Universidad Americana y exjefa de personal de Laura Bush, se ha manifestado comprensiva con la decisión de Melania, sugiriendo que estos actos pueden ser vistos desde múltiples perspectivas en un contexto político tan polarizado.
La tensión que rodea a las figuras políticas y sus cónyuges se ha intensificado en los últimos años, lo que hace que este tipo de situaciones sean más comunes y observadas de cerca por la opinión pública.