La tensión en Medio Oriente ha aumentado después de un aparente ataque con drones de Israel a Irán que ha puesto al mundo en alerta y ha generado temores de un conflicto de represalias en escalada entre dos de las potencias militares más grandes de Medio Oriente.
Las tensiones en Medio Oriente han aumentado después de un aparente ataque con drones de Israel a Irán que ha puesto al mundo en alerta y ha generado temores de un conflicto de represalias en escalada entre dos de las potencias militares más grandes de Medio Oriente.
La noticia de las explosiones cerca de una importante base aérea y un sitio de investigación nuclear en el centro de Irán el viernes ha llevado al gobierno a instar a Irán e Israel a mostrar moderación para evitar una guerra regional a gran escala con consecuencias potencialmente devastadoras.
A medida que las aerolíneas internacionales se apresuraron a reenrutar los vuelos de pasajeros después de las explosiones reportadas, el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio respondió advirtiendo a los australianos que evitaran viajar a Israel y los territorios palestinos debido al riesgo de nuevos ataques.
Los líderes mundiales ahora esperan ansiosamente ver si Irán lanzará sus propios ataques de represalia o buscará reducir la hostilidad para evitar el riesgo de una conflagración más amplia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había advertido a los líderes mundiales en los últimos días que tomaría represalias después de que Irán lanzara una lluvia de alrededor de 350 misiles contra Israel el fin de semana pasado, la gran mayoría de los cuales fueron derribados por sofisticados sistemas de defensa aérea operados por Israel y sus socios de seguridad.
Irán dijo que había lanzado esos ataques en respuesta a un ataque a un complejo diplomático iraní en Siria que mató a 16 personas, un ataque no reclamado públicamente por Israel pero ampliamente atribuido al país.
El alcance de la respuesta militar de Israel el viernes parecía relativamente contenida, con muchos analistas coincidiendo en que estaba destinada a disuadir a Irán enviando un mensaje de que podría golpear objetivos militares y nucleares clave si fuera necesario.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica sugirieron que las incursiones aéreas habían involucrado mini drones que se podían sostener en la palma de una mano.