El proceso judicial contra siete médicos y enfermeros por la muerte de Diego Maradona fue anulado tras la recusación de una magistrada involucrada en un documental. La causa, que había durado más de dos meses, deberá comenzar desde cero, generando una larga espera para la resolución definitiva.

El juicio en el que estaban implicados siete profesionales de la salud acusados de negligencia en la atención que condujo a la muerte de Diego Armando Maradona fue oficialmente suspendido y declarado nulo por las autoridades judiciales este jueves.
La decisión se produjo después de que los dos jueces restantes del tribunal consideraran que la recusación presentada contra la magistrada Julieta Makintach, por su participación en un polémico documental, invalidaba el proceso.
El proceso judicial, que comenzó el 11 de marzo y había tenido un desarrollo de 21 audiencias, quedó sin efecto tras la declaración de nulidad. Durante esas sesiones, más de 40 testigos, entre ellos las hijas de Maradona, Dalma, Gianinna y Jana, brindaron sus declaraciones. La causa se centraba en la posible responsabilidad de los profesionales en la muerte del ídolo del fútbol, ocurrido el 25 de noviembre de 2020 en su domicilio de Tigre, Buenos Aires.
La sentencia anterior había generado gran expectativa en Argentina y en todo el mundo, dado el impacto emocional y mediático que rodeaba el caso.
La cancelación del juicio actual se debe a la participación de la jueza Makintach en un documental titulado 'Justicia Divina'. La Fiscalía y la mayoría de las partes acusadoras y defensoras argumentaron que su involucramiento en la producción audiovisual comprometía su imparcialidad, lo que violaba el derecho de las partes a un proceso justo.
En el tráiler del documental, se podían ver imágenes de Maradona mezcladas con escenas de la jueza en tribunales y en su hogar, acompañadas de música electrónica, lo que generó una profunda controversia.
El guion de la miniserie mostraba a Makintach en su día a día, y en algunos fragmentos parecía exagerar su participación, lo que llevó a sospechas de parcialidad.
El fiscal Patricio Ferrari fue uno de los principales actores en la denuncia, señalando que la magistrada actuó más como una actriz que como una jueza y solicitando su recusación inmediata.
Además, acusó a Makintach de mentir respecto a su participación en el documental, asegurando que su relato fue modificado según avanzaba la investigación.
La magistrada, por su parte, negó cualquier irregularidad y afirmó que la producción del documental fue un error, pero que no cometió actos ilícitos ni actuó con intención de perjudicar el proceso.
La decisión de anular el juicio generó reacciones encontradas. Los abogados defensores y las familias de las partes involucradas expresaron su decepción, pero también entendieron que la transparencia y la imparcialidad deben prevalecer en un proceso judicial.
La justicia argentina tendrá que nombrar un nuevo tribunal, lo que probablemente retrasará la reanudación del juicio por varios meses. Este caso ha puesto en evidencia la influencia que los medios y los intereses externos pueden tener en los procesos judiciales, y ha abierto un debate sobre la ética de los jueces en la era de la información digital.
Cabe recordar que Maradona falleció tras una serie de complicaciones médicas y que su muerte ha sido objeto de múltiples investigaciones y debates.
La implicación de profesionales de la salud en su atención ha sido vista como un tema de gran sensibilidad y controversia en Argentina y en el ámbito internacional.
La anulación del juicio actual no solo retrasa la búsqueda de justicia por la muerte del ídolo, sino que también pone en evidencia la importancia de mantener la objetividad y la ética en los tribunales, especialmente en casos de alto perfil mediático.
La justicia argentina tendrá que afrontar ahora el desafío de reestructurar el proceso y garantizar que la próxima fase se lleve a cabo sin influencias externas que puedan comprometer su imparcialidad.