Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Glasgow y el Field Museum revela que la luna es 40 millones de años más antigua de lo que se creía.
La luna, ese satélite que nos acompaña desde tiempos inmemoriales, ha revelado un secreto oculto durante millones de años.
Científicos de la Universidad de Glasgow y el Field Museum, en Chicago, han estado estudiando muestras recogidas durante la última misión a la luna en diciembre de 1972. Los resultados han dejado perplejos a los expertos.
Los cristales de circón encontrados en la superficie lunar tienen una edad de 4.460 millones de años, según este estudio, lo que significa que la luna debe tener al menos esa edad.
Esto contradice las creencias anteriores y revela un nuevo panorama sobre la formación de la luna y su relación con la Tierra.
Según el científico planetario y coautor del estudio, Bidong Zhang, los circón son los minerales más antiguos que se han encontrado en la Tierra, Marte y la luna.
Al contrario que los diamantes, los circón perduran para siempre, proporcionando valiosa información para los investigadores.
Los expertos creen que la luna se formó cuando un objeto gigante del tamaño de Marte chocó contra la Tierra en sus primeras etapas, desprendiendo un gran fragmento que tardó millones de años en enfriarse antes de que los cristales pudieran formarse.
Esto significa que la Tierra y la luna han estado unidas durante mucho más tiempo del que se creía anteriormente, desde aproximadamente 150 millones de años después de la formación de la Tierra, hace 4.600 millones de años.
La luna, ese enigmático satélite que nos atrae y fascina a partes iguales, sigue guardando secretos que poco a poco vamos descubriendo gracias a los avances científicos.
Los cristales de circón encontrados en la superficie lunar son los sólidos más antiguos que se formaron después del impacto gigante.
Estas valiosas piezas proporcionan una base sólida para establecer una cronología lunar precisa.
El descubrimiento realizado por estos científicos nos acerca un poco más al conocimiento sobre nuestros orígenes y la formación de nuestro sistema solar.
Sin duda, la luna sigue siendo una fuente inagotable de lecciones y misterios por desvelar.