La propagación de noticias erróneas y teorías infundadas complica los esfuerzos de los residentes afectados por los incendios en Los Ángeles.

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En Los Ángeles, ciudad devastada por los recientes incendios, la desinformación y las teorías de conspiración han encontrado un terreno fértil en las redes sociales.

Esto dificulta aún más que los residentes afectados puedan distinguir entre la realidad y la ficción, especialmente mientras los vientos avivan las llamas en diferentes partes de la ciudad.

Figuras como Donald Trump y Elon Musk han señalado a supuestos responsables de la catástrofe, culpando a los demócratas y a las políticas de diversidad.

Las críticas hacia las autoridades locales y estatales no se han hecho esperar, señalando una falta de preparación frente a estos eventos, debido en gran medida a recortes en el presupuesto para los cuerpos de bomberos y a la escasez de agua para combatir los incendios.

Desde que los fuegos comenzaron a arrasar Los Ángeles la semana pasada, la situación ha sido aún más complicada por la tormenta de desinformación impulsada por conspiradores de derecha, así como por las declaraciones de Trump y Musk.

A solo días de asumir la presidencia, Trump ya señalaba al gobernador de California, Gavin Newsom, a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, vertiendo acusaciones infundadas sobre la política hídrica y la falta de asistencia federal.

Musk, por su parte, ha utilizado su plataforma de redes sociales para minimizar el impacto del cambio climático, señalando a bomberas de color y a mujeres bomberas lesbianas como parte del problema.

Esta acusación se alinea con narrativas de conspiración que sugieren que los incendios son una estrategia para desestabilizar a los Estados Unidos.


La historia nos muestra que tanto Trump como Musk tienen un patrón en su comportamiento; ambos parecen disfrutar de avivar el caos en momentos críticos.

En el pasado, Trump ha culpado erróneamente a los funcionarios federales por desviar dinero de servicios de emergencia para alojar a migrantes ilegales durante huracanes en Georgia y Carolina del Norte.

En 2019, hizo afirmaciones infundadas sobre un huracán que supuestamente amenazaba a Alabama y problemas con la financiación de ayuda para Puerto Rico tras huracanes.

Musk, por su parte, frecuentemente aprovecha las crisis para difundir desinformación partidista. El año pasado, sugirió que problemas de seguridad de Boeing y un importante fallo global de la firma de ciberseguridad CrowdStrike estaban relacionados con sus iniciativas de diversidad, equidad e inclusión.

También contribuyó a teorías de conspiración que complicaron los esfuerzos de rescate durante huracanes en Carolina del Norte.

La desinformación impulsada por motivos políticos e ideológicos es irresponsable y dañina, especialmente en momentos como este, donde los habitantes de Los Ángeles lidian no solo con la pérdida trágica de 24 vidas y la destrucción de miles de hogares, sino también con la necesidad inminente de evacuar a más de 100,000 personas.

En este contexto, las afirmaciones erróneas y las teorías de conspiración se tornan no solo perjudiciales, sino éticamente inaceptables.