En una jornada marcada por la violencia en la capital de Inglaterra, el primer ministro Rishi Sunak ha condenado a los 'matones' de extrema derecha y a los 'simpatizantes de Hamas'. Estos disturbios ocurrieron durante la Marcha Nacional por Palestina y han sido considerados como una muestra de falta de respeto hacia los militares y los caídos británicos en el Día del Armisticio.

Cientos de manifestantes han ondeado banderas y lanzado bengalas durante una concentración a favor de Palestina en Londres.

A su vez, grupos de extrema derecha han protagonizado enfrentamientos con la policía y han mostrado simbología pro-Hamas en Whitehall, en su autoproclamado intento de 'defender el Cenotafio'.

Tras los enfrentamientos, el primer ministro se reunirá con el comisario de la Policía Metropolitana, Mark Rowley, para exigir garantías de que se investigarán con la misma contundencia los posibles delitos de odio antisemitas, como se ha hecho con los manifestantes de extrema derecha.

La manifestación a favor de Palestina, que ha congregado a cientos de miles de personas, ha partido de Marble Arch, en el oeste de la ciudad, y se ha dirigido a la embajada de Estados Unidos en el suroeste, siendo la mayor marcha pro-Palestina hasta la fecha en Londres.

Después de ser dispersados, muchos de los manifestantes de extrema derecha han intentado enfrentarse nuevamente a los manifestantes pro-Palestina, pero han sido bloqueados por la policía.

Según el comisario asistente de la Policía Metropolitana, Matt Twist, los contra-manifestantes llegaron a la Plaza del Parlamento 'con la intención de confrontación y de violencia', y varios grupos se separaron buscando deliberadamente el enfrentamiento con la principal marcha palestina.