En un giro significativo en la lucha por la justicia, la periodista japonesa Shiori Itō ha conseguido una victoria judicial en su demanda civil contra Noriyuki Yamaguchi, un conocido presentador de televisión de Japón.

Este caso, muy seguido por la opinión pública, ha generado un gran debate sobre los derechos de las víctimas de abuso sexual y el camino hacia la justicia en un país donde las normas sociales a menudo impiden que las mujeres hablen.

Hace casi cinco años, Itō acusó a Yamaguchi de haberla violado en 2015, un suceso que marcó el inicio de una batalla legal que ha sido tan desgastante como valiente.

A pesar de que las autoridades policiales decidieron no presentar cargos criminales en su contra en ese momento, Itō no se dejó intimidar y continuó su búsqueda de justicia mediante una demanda civil.

El Tribunal de Distrito de Tokio falló a su favor, obligando a Yamaguchi a pagar 3,3 millones de yenes, aproximadamente 34,000 euros, por daños y perjuicios tras encontrar pruebas que confirmaron que él la forzó a mantener relaciones sexuales sin protección mientras se encontraba incapacitada y bajo los efectos del alcohol.

Este fallo es un respiro para Itō, quien, a sus 35 años, ha experimentado una montaña rusa emocional y legal.

En la reciente proyección de su documental titulado "Black Box Diaries", Itō narra su odisea en busca de justicia, donde expone no solo su dolor, sino también la lucha de muchas otras mujeres que han enfrentado situaciones similares en una sociedad donde solo el 4% de los casos de violación llegan a ser denunciados a la policía.

La obra ha sido una forma de empoderamiento y de alumbrar la oscura verdad que rodea el abuso sexual.

Durante una conferencia de prensa, Itō se mostró determinada y enfocada en su labor como periodista, documentando cada paso de su camino hacia la justicia.

"Mi mecanismo de afrontamiento fue grabar y mirar desde la perspectiva de una periodista.

No quería ser solo una víctima", expresa, testimonio de su fortaleza en medio del dolor.

El impacto del caso de Itō ha sido notable, sacudiendo los tabúes establecidos y las estructuras patriarcales que han mantenido oculta a la verdad durante años en Japón.

Se ha convertido en un ícono del movimiento #MeToo en el país, inspirando a otros a romper el silencio y a demandar justicia.

Sin duda, el trabajo de Shiori Itō ha contribuido a abrir un diálogo sobre el respeto hacia las mujeres y la importancia de dar voz a quienes han sufrido abuso.

A través de su valentía, ha iluminado un camino para la justicia y ha alentado a las víctimas a hablar y buscar la verdad, desafiando un sistema que les ha fallado de tantas maneras.