Estados Unidos ha proporcionado las garantías solicitadas por la Corte Británica para el proceso de extradición de Julian Assange desde el Reino Unido a los Estados Unidos en relación a la divulgación de información clasificada.
En Europa, Estados Unidos ha dado las garantías pedidas por una corte británica.
Julian Assange enfrenta extradición de Reino Unido a Estados Unidos por la publicación de información clasificada.
Australia ha instado a Estados Unidos a retirar los cargos contra Assange.
Joe Biden ha dicho que Estados Unidos está considerando la solicitud de Australia.
Londres: Los Estados Unidos han proporcionado las garantías solicitadas por la Corte Suprema en Londres que finalmente podrían allanar el camino para que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sea extraditado de Gran Bretaña.
El mes pasado, la Corte Suprema dictaminó que, sin ciertas garantías de Estados Unidos, Assange, de 52 años, tendría permitido presentar una nueva apelación contra la extradición para enfrentar 18 cargos, todos menos uno bajo la Ley de Espionaje, por la publicación de archivos militares confidenciales de Estados Unidos y cables diplomáticos.
Esas garantías - que en un juicio en Estados Unidos podría basarse en el derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda y que no hay perspectiva de nuevos cargos que pudieran ver la imposición de la pena de muerte - han sido presentadas ahora antes de la fecha límite que venció el martes.
El documento, visto por Reuters, indicó que Assange podría basarse en protecciones de la Primera Enmienda y dice "una sentencia de muerte ni será buscada ni impuesta". Sin embargo, agrega que la decisión sobre la "aplicabilidad de la Primera Enmienda está exclusivamente dentro del ámbito de los tribunales de Estados Unidos". "Estas garantías son vinculantes para cualquier individuo presente o posterior a quien se le haya delegado la autoridad para decidir sobre los asuntos", dijo.
Habrá una nueva audiencia en Londres el 20 de mayo, pero sus abogados han descrito previamente las garantías de Estados Unidos dadas en otros casos como no "valen más que el papel en el que están escritas", eco de críticas similares del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
La esposa de Assange, Stella, a quien se casó mientras estaba en prisión en Londres, dijo que las garantías no satisfacían sus preocupaciones, describiéndolas como "palabras astutas y evasivas".