En Washington, los demócratas se han unido para apoyar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, frente a las acusaciones del fiscal que investigó su manejo de documentos clasificados.

Lo acusan de tener motivaciones políticas y de estar equivocado.

Después de un informe contundente del Fiscal Especial Robert Hur que plantea nuevas preocupaciones sobre la agudeza mental de Biden, la Casa Blanca, los miembros del Congreso y la organización del Partido Demócrata han pasado el día tratando de controlar los daños, ya que esto se ha convertido en un dolor de cabeza político para el presidente mientras busca la reelección en noviembre.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, encabezó el ataque, criticando la integridad de Hur y cuestionando el énfasis que puso en la memoria de Biden cuando la investigación exoneró legalmente al ex presidente de cargos criminales.

El Fiscal Especial, que es republicano, describió a Biden como "un hombre mayor simpático y bienintencionado con una mala memoria" y afirmó que ni siquiera podía recordar cuándo fue vicepresidente o cuándo murió su hijo.

"La forma en que se caracterizó la conducta del presidente en ese informe no podría estar más equivocada en cuanto a los hechos y claramente tiene motivaciones políticas y gratuitas", dijo Harris, una ex fiscal de San Francisco, durante un evento en la Casa Blanca.

"Cuando se trata del papel y la responsabilidad de un fiscal en una situación como esta, deberíamos esperar que haya un mayor nivel de integridad que lo que vimos".

El senador de Pensilvania, John Fetterman, quien también ha enfrentado preguntas sobre su aptitud mental después de un derrame cerebral en 2022 que resultó en dificultades del habla en curso, describió el informe como "difamatorio y ataques baratos". También señaló que Hur fue designado por la administración Trump en su antiguo cargo como fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Maryland.