En Oriente Medio, la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Jordania ha sido abruptamente cancelada.

La nación anfitriona, Jordania, un aliado cercano de Estados Unidos, decidió cancelar la visita justo cuando Biden se preparaba para reunirse con líderes palestinos y egipcios.

El viaje diplomático de Biden, que iba a incluir una reunión crítica con líderes árabes, ahora solo será una visita de alto riesgo a Israel, complicada por las consecuencias de una enorme explosión en un hospital de Gaza que cobró la vida de cientos de palestinos la noche del martes.

Tanto Israel como los palestinos se acusaron mutuamente por la explosión, y los mensajes de condena resonaron en todo el mundo árabe, desde Arabia Saudita, Jordania y Egipto, hasta los Emiratos Árabes Unidos.

El ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, advirtió que no habrá conversaciones organizadas por Jordania hasta que todas las partes acuerden poner fin a la "guerra y las masacres contra los palestinos".

Tan solo tres días antes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tuvo que esperar varias horas al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, durante su gira diplomática de fin de semana.

Esto no fue solo una coincidencia en el calendario, según expertos de Oriente Medio.

"La opinión pública árabe está extremadamente molesta por lo que ven en sus pantallas sobre lo que ocurre en Gaza", aseguró Alex Vatanka, director fundador del Programa de Irán en el Middle East Institute de Washington.

"Cuando [Arabia Saudita] se aleja públicamente de los estadounidenses, es porque están preocupados por su asociación con Occidente.

Los líderes árabes no pueden estar de lado de Israel".

Durante más de una semana, el mundo ha visto a civiles palestinos desesperados huir de los bombardeos israelíes en la devastada Gaza.