Una pequeña ciudad japonesa al pie del Monte Fuji está instalando una pantalla gigante para bloquear la vista viral de la cima desde la 'tienda de conveniencia más bonita del mundo' después de que comenzara a atraer multitudes peligrosamente grandes.
En un pueblo japonés cerca del Monte Fuji se está tomando una medida drástica para proteger la vista del icónico monte.
Tras la viralización de videos y fotos de la montaña de 3776 metros de altura, conocida como Fuji-san, enmarcada sobre una conocida cadena de supermercados locales, Lawson, cientos de visitantes han estado acudiendo a Fujikawaguchiko.
La pequeña tienda Lawson ofrece una vista ininterrumpida y única de la montaña más famosa de Japón, y se encuentra a solo dos horas y media en tren al suroeste de Tokio.
Un bloguero la describió como 'la tienda de conveniencia más bonita con vista al Monte Fuji'.
Sin embargo, la zona fuera de la tienda se ha visto invadida por turistas que buscan la foto perfecta para sus redes sociales, lo que ha generado malestar entre los lugareños.
Japón comienza a liberar agua radiactiva tratada en Fukushima hacia el océano Pacífico
Japón ha dado inicio a la liberación de agua radiactiva tratada desde la planta nuclear de Fukushima hacia el océano Pacífico, desencadenando protestas en todo el país y prohibiciones de importación de productos marinos. Esta polémica medida ha llevado a China a anunciar una prohibición total e inmediata de las importaciones de mariscos japoneses, mientras que las prohibiciones en Corea del Sur se mantendrán. Esta decisión ha generado gran preocupación en China debido al riesgo de contaminación radioactiva que representa para los productos alimentarios y agrícolas japoneses exportados al país.Visitantes se acuestan regularmente en la carretera mientras sus amigos toman fotografías, y otros obstruyen el tráfico o los espacios de estacionamiento.
Recientemente, una turista marroquí de 26 años fue atropellada por un coche mientras cruzaba una carretera cercana y se encuentra en coma.
Ante esta situación, el consejo local ha ordenado la instalación de una pantalla de 20 metros de ancho y más de 2.5 metros de alto a principios de mayo para disuadir a los fotógrafos ávidos de redes sociales.
A pesar de haber intentado mejorar la situación con nuevos pasos de peatones y la presencia de guardias de seguridad privados, un funcionario local afirmó que no ha funcionado.