En Medio Oriente, la solución de dos estados implica la formación de un estado palestino independiente junto al estado de Israel.

Tras la devastadora guerra en Gaza y el impactante ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre, se reconoce que el antiguo status quo de Israel 'manejando el conflicto' ya no es una opción.

A pesar de sus méritos y las posibilidades de éxito que podría haber tenido en el pasado, la muerte del Proceso de Paz de Oslo en 2000 dejó un vacío masivo donde alguna vez hubo un camino imaginable hacia un futuro más justo.

Pero como cualquier desafío a una opresión poderosa, en este caso la opresión de Israel sobre los palestinos, alcanzar el punto en el que una alternativa viable a la solución de dos estados pueda ser seriamente considerada requerirá suficiente presión.

Existen muchas propuestas para la solución del conflicto entre Israel y Hamas.

Crédito: Foto: Kate Geraghty; Ilustración: Marija Ercegovac

No faltan propuestas y visiones para el futuro de la región: dos estados, un estado o una confederación de algún tipo, de cómo podría ser una resolución justa y duradera en la región donde Israel tiene soberanía efectiva sobre siete millones de palestinos y siete millones de israelíes.

Incluso antes de los eventos del 7 de octubre, un número creciente de israelíes comenzaba a ver la conexión entre el apartheid y el autoritarismo preocupante del gobierno de Netanyahu.

El 7 de octubre, una realización diferente golpeó a muchos israelíes de manera trágica: que es simplemente imposible volver a la ocupación, el apartheid y el asedio, mientras disfrutan de la tranquilidad y seguridad relativas que esperaban.

Combinada con la incertidumbre de lo que viene a continuación, la realización de que se debe producir un cambio crea una oportunidad.

En su formato actual, el modelo de la solución de dos estados ya no es viable.

Sin embargo, el principal obstáculo para que Estados Unidos revoque su posición y apoyo a Israel y a la solución de dos estados sigue siendo: los enormes recursos de los grupos de presión pro-Israel que apoyan a los funcionarios electos de Estados Unidos que se mantienen ciegamente aliados con el gobierno israelí. En su lugar, se requiere un plan de paz alternativo.

Uno de esos planes que mi colega, Michael Omer-Man, y yo hemos estado diseñando como parte de nuestro trabajo con Demovraty for the Arab World Now (DAWN) consiste en asegurar que tanto israelíes como palestinos puedan determinar democráticamente cómo desean organizar su gobierno, poniendo fin a la ocupación israelí de Gaza y a su régimen de apartheid sobre Palestina, y estableciendo un gobierno de transición encargado de transformar el régimen existente en uno basado en los principios de igualdad de derechos.

Llamamos a nuestro plan el Blueprint (Plan de Acción). El primer paso inicial más importante para poner fin a las violaciones continuas de los derechos humanos, es crear las condiciones donde todas las personas: israelíes, palestinas, beduinas, drusas, armenias y otras, puedan decidir libremente si la tierra debe dividirse formalmente en diferentes estados, fusionarse en un estado único o unirse de alguna otra manera, como los cantones de Suiza.

El Blueprint proporciona un plan detallado de tres años para esta fase inicial de transformación.

Esto incluye establecer un sistema legal civil único; poner fin al gobierno militar abusivo y a las leyes de emergencia y contra el terrorismo en los territorios palestinos; permitir que todas las personas bajo el dominio israelí voten y tengan igualdad de derechos, representación en un gobierno provisional y libertad de movimiento; y la creación de una nueva fuerza de seguridad israelí y palestina con una nueva doctrina de seguridad.