El conflicto palestino-israelí vuelve a estar en la agenda internacional debido a la guerra en Gaza
La solución de dos estados involucra la formación de un estado palestino independiente junto al estado de Israel.
Antes del 7 de octubre y la guerra en Gaza, el conflicto israelo-palestino estaba fuera de la agenda internacional.
Otros problemas de todo el mundo, principalmente la guerra rusa en Ucrania, ocupaban el primer plano, y el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos y el establecimiento de un estado palestino no se discutían ampliamente.
Incluso los países que patrocinaron el Proceso de Paz en Oriente Medio, que comenzó a principios de la década de 1990, no tenían intención de volver al tema, en parte porque, para ellos, la solución de dos estados ya no parecía posible.
La solución de dos estados fue un consenso internacional aceptado por los palestinos en 1988.
Foto: Kate Geraghty; Artwork: Marija Ercegovac
El impacto del 7 de octubre sorprendió no solo a israelíes y palestinos, sino también al mundo entero, incluyendo a los países árabes circundantes.
Después del ataque, como ocurre en todas las crisis, comenzó la búsqueda de una oportunidad.
En esta crisis, la única oportunidad disponible y viable es volver al viejo paradigma en el que muchos habían renunciado: la solución de dos estados.
La solución de dos estados no fue originalmente una propuesta palestina, sino más bien un consenso internacional que fue aceptado por los palestinos en 1988. Se convirtió en el objetivo deseado que todas las partes intentaron lograr dentro del contexto del Proceso de Paz en Oriente Medio.
Los Acuerdos de Oslo, que se firmaron hace casi 30 años, no han logrado llevar a ambas partes al juego final.
Los fracasos en casi todas las áreas -Jerusalén, refugiados, asentamientos, seguridad- han añadido a la creciente complejidad para ambas partes del conflicto, así como para los países mediadores en el pasado y que deberían asumir el mismo papel en el futuro.
Ambas partes deben negociar con la intención de alcanzar el objetivo final: el fin de la ocupación israelí y el establecimiento de un estado palestino junto a Israel.
La reticencia a abordar el tema siguiendo el mismo viejo paradigma es alta y los contornos de un acuerdo de paz viable son bien conocidos.
También son conocidos los desafíos y obstáculos.
Sabemos el alcance de una verdadera oportunidad para lograr la paz, donde necesitamos una tercera parte facilitadora para el proceso de negociación, y los límites y las palancas de dicha parte.