En dos incidentes separados, Israel lleva a cabo ataques mortales en Gaza y Siria, causando la muerte de trabajadores humanitarios y oficiales de alto rango de la Guardia Revolucionaria Iraní.
En dos incidentes separados, Israel ha lanzado ataques mortales que han causado conmoción internacional.
Por un lado, aviones F-35 israelíes lanzaron misiles para matar a varios oficiales de alto rango del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní que se encontraban en la embajada iraní en Damasco.
En otro hecho trágico, un dron israelí mató a una trabajadora humanitaria australiana y a seis de sus colegas mientras entregaban alimentos a palestinos en el norte de Gaza.
En la operación en Siria, se utilizó inteligencia precisa contra objetivos secretos de alto valor en la capital de un país extranjero.
En contraste, en Gaza, un convoy de ayuda claramente identificado fue atacado en circunstancias benignas y los trabajadores humanitarios fueron asesinados sin motivo aparente.
La jefa militar de Israel se disculpó por la muerte de los trabajadores humanitarios, calificándola de error que siguió a una mala identificación.
Sin embargo, el convoy estaba claramente identificado, se había informado presuntamente a las fuerzas armadas israelíes de su presencia y no se reportaron enfrentamientos en la zona.
La falta de precisión y disciplina en las acciones militares de Israel plantea serias preocupaciones.
La utilización de inteligencia artificial por parte de Israel para generar listas de objetivos en Gaza plantea más interrogantes sobre la preocupación del país por las bajas civiles.
La falta de transparencia en los protocolos de ataque, reglas de enfrentamiento y disciplina individual en las fuerzas armadas israelíes es alarmante y plantea dudas sobre la seguridad de los civiles en la región.